La inflación de la zona euro se situó en abril por encima de los mínimos del 2009 pero fue menor a lo esperado por el mercado pese al aumento del gasto durante Semana Santa, lo que deja al BCE con la amenaza de la deflación.

La mayor alza en los precios se observó en restaurantes y bares. Por otro lado, en Grecia y Chipre se vio una profunda disparidad, ya que evidenciaron una caída en sus precios.

El Banco Central Europeo se ha resistido a las llamadas de atención por parte del FMI para que alivie más su política monetaria y combatir los riesgos de una “lowflation”.

La entidad supervisora afirmó que aún tiene espacio para reducir las tasas de interés nuevamente, por lo tanto, no es recomendable adelantarse a los hechos y esperar el resultado de la inflación en abril.

La presión a la baja de la inflación en España no es un fenómeno nuevo, ya que comenzó en 2008 con la recesión. Sin embargo, a partir de 2012 el proceso se ha intensificado y actualmente se sitúa muy cerca del 0.0%.

El presidente del Banco Central Europeo aseguró que las expectativas de inflación de mediano a largo plazo continúan estando firmemente en línea con su propósito de mantenerlas cerca al 2%.

La inflación en enero se desaceleró al 0.7% contrariamente a lo esperado por el mercado. Las escasas presiones de precios llevaron la tasa de inflación bajo la meta del BCE de algo menos de un 2%, y generaron nerviosismo entre los inversores.

La Medición de Inflación a Futuro de la Zona Euro (EZFIG por su sigla en inglés), publicada por el Instituto de Investigación del Ciclo Económico, trepó a 91.1 puntos en noviembre, desde 90.4 en octubre.

Presidente del BCE dijo que inflación en la zona euro se mantendría baja pero gradualmente convergería a la tasa objetivo.

Desocupación se mantiene en 12.1% mientras ventas minoristas registran mayor incremento en 12 años.

Jörg Asmussen, miembro del Consejo de Gobierno de la entidad, afirmó que el banco central actuará en ese sentido en caso la situación de la inflación lo requiera.

Peter Praet, miembro del consejo ejecutivo del Banco Central Europeo indicó que la capacidad del balance del ente también puede ser empleada para cumplir con el mandato de inflación.

Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo, además afirmó que el bloque podría experimentar un prolongado período de baja inflación seguido por un movimiento gradual al alza de las tasas de inflación “aún por debajo, pero cerca del 2%”.

La tasa clave del BCE rompió el piso de 0.5% que se había establecido, para situarse en 0.25%. La decisión responde a una inflación que está muy por debajo del objetivo. Otro efecto sería debilitar el euro para fortalecer las exportaciones.

Según Eurostat, el número de personas sin empleo alcanzó los 19.45 millones, lo que equivale una tasa de 12.2%. Ello reflejaría que la confianza en la recuperación no es firme como para que las empresas contraten personal.

La tasa de inflación de precios al consumidor en los 17 países que usan el euro bajó en el noveno mes del año a un 1.1% interanual, su nivel más bajo desde febrero del 2010, cuando se situó en el 0.8%.

La autoridad monetaria de la zona euro espera ver que se fortalezca la recuperación económica, que por ahora es muy endeble. Con esto, su tasa de referencia queda en 0.5%. La inflación aún es baja y esto quita presión para subir rápidamente las tasas.

El índice bajó a un 1.1% en setiembre desde el 1.3% de agosto, levemente por debajo de las expectativas del mercado de un 1.2%, informó Eurostat.

La tasa clave de política monetaria se mantendrá en 0.5%. De otro lado, se espera una desaceleración en la inflación, a un nivel de 1.3%. Las tasas de depósito y marginal también quedan estables.

El jefe de la autoridad monetaria europea además aseguró que las expectativas inflacionarias de la zona euro permanecen ancladas, aunque -dijo- hubo algunas señales de un tentativo crecimiento.

En julio, el índice de confianza se ubicó en -17.4 puntos tras haber registrado -18.8 en junio. Este es el mejor nivel visto desde agosto del 2011, con -16.8. Esta subida es impulsada por buenos datos manufactureros publicados esta semana.

Descendieron un 6% en promedio, afectando a las cuatro mayores economías del bloque: en Alemania cayeron 1%, en Francia 2%, en España 4% e Italia 6%, reportó su oficina de estadística.

Sin considerar los alimentos y energía, la inflación registró un incremento interanual del 1.3% y del 0.2% intermensual, según Eurostat.

Los precios al consumidor subieron un 2,6% sobre una base anual, el mismo nivel que el de agosto, reveló Eurostat. Las previsiones de un sondeo de Reuters eran de un aumento de los precios del 2,7%.

El índice de precios al consumidor del bloque se elevó 2.6% este mes. Inicialmente se había estimado un alza del 2.5%.