Play

El profesor del IE Business Schoool Fernando Fernández analiza los retos del segundo mandato de la lidereza del Partido de los Trabajadores ante un escenario internacional débil.

La mayor economía de América Latina se ha desacelerado a un crecimiento promedio anual de 2%. No está claro si el haber sido sede de la Copa del Mundo de fútbol va a tener algún impacto en la popularidad de Dilma Rousseff con miras a la reelección.

Según el Ministerio de Turismo de Brasil, el torneo generará un millón de empleos en el país, equivalente a más de 15% de los 4.8 millones de empleos formales creados durante el mandato de Dilma Rousseff.

El leve incremento en abril reforzó las expectativas de que la actividad económica de Brasil seguirá contenida en el segundo trimestre, según economistas del banco Bradesco.

Para que la economía brasileña continúe creciendo, sus trabajadores deben sacudirse la modorra. Lea el artículo preparado por The Economist sobre el tema.

Pese a costosas inversiones y otro año para prepararse, las compañías telefónicas aún tienen problemas para ofrecer una cobertura adecuada en sitios clave del torneo que empieza en junio.

La llegada de casi 600,000 visitantes extranjeros para el torneo, que durará un mes y que empieza a mediados de junio, generará incrementos sustanciales en los precios de los pasajes aéreos, menús en restaurantes y en tarifas hoteleras.

La mandataria brasileña insistió en que quiere que las regalías al petróleo se destinen a la educación y aseguró que la inflación “está completamente bajo control”.

La agencia consideró que un largo período de un magro desempeño económico suscitaría preguntas sobre el potencial de crecimiento del país sudamericano y su capacidad para seguir bajando el peso relativo de su endeudamiento.

La mandataria brasileña se reunió con alcaldes y gobernadores, a quienes también les habló de endurecer el combate a la corrupción y contratar médicos extranjeros para mejorar la cobertura de la salud pública.

El saldo negativo es mayor en 2,998 millones de dólares respecto al mismo mes del año pasado, reportó el Banco Central de Brasil. La entidad revisó al alza sus previsiones para el déficit del 2013 a 75,000 millones de dólares.

La agencia calificadora de riesgo indicó que el foco de preocupación respecto al país sudamericano “está en el crecimiento y en la política fiscal”.

La presidenta brasileña consideró infundados los cuestionamientos realizados a su manejo económico. “Dicen que Brasil es un país en problemas. No sólo Brasil no está caminando por una vía difícil, sino que somos extremadamente sólidos”. expresó.

Debido al menor crecimiento esperado de Brasil, que este año no sobrepasaría el 3%, el banco suizo bajó sus previsiones en 2% para las utilidades de las entidades financieras. Banco do Brasil recibió la peor recomendación.

El gobierno de Dilma Rousseff busca atraer a trabajadores cualificados de otros países con el objetivo de mejorar su economía. Actualmente los extranjeros solo representan el 0.3% de la fuerza de trabajo de la nación sudamericana.