¿Qué tan importante es manejar la inteligencia emocional en el trabajo?
Si sabemos manejar nuestras emociones seremos más productivos en el trabajo, y en efecto, seremos exitosos profesionalmente. Es importante identificar qué es lo que nos causa estrés y combatirlo inmediatamente, recomendó Nelson Portugal, consultor en Portugal Research International.
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Por: Milagros Sánchez
Una investigación de la oficina de Recursos Humanos de la Universidad de Minnesota muestra que el éxito profesional depende entre 1 y 20% del coeficiente intelectual, y entre el 27 a 45% de la inteligencia emocional (IE), afirmó Nelson Portugal, consultor en Portugal Research International.
Según Travis Bradberry & Jean Greaves en su libro “Inteligencia Emocional 2.0”, la IE es responsable del 58% de la productividad laboral.
Para Portugal los ejecutivos dedican poco tiempo o casi nada en mantener y reforzar su inteligencia emocional. Así, el 90% de ellos dedica su tiempo en desarrollar el coeficiente intelectual.
“Ellos van a conferencias, congresos, maestrías, etc. y no desarrollan su coeficiente emocional. Luego llega al cierre de mes y se estresan, inclusive sienten ‘hormigueo’ en la cara”, acotó.
Para el consultor en desarrollo personal, la inteligencia emocional es la capacidad de reconocer, entender y controlar las emociones, y estas deben ser identificadas a través de los factores que desequilibran nuestras acciones, es decir, debemos identificar qué es lo que nos causa estrés.
¿Cuándo fue la última vez que silbó o cantó en la oficina? Tal vez muy pocas veces o casi nunca. Esto es un claro ejemplo de cuánto nos puede absorver el trabajo, estresarnos a tal punto de olvidar las cosas placenteras de la vida,y en efecto, afectar la productividad laboral.
El estudio de Travis muestra que por cada punto en el nivel de inteligencia emocional, los ingresos anuales de los ejecutivos norteamericanos aumentan en promedio US$ 1,300.
Es así tan importante la IE, que actualmente los gerentes de Recursos Humanos de las principales compañías le dan más importancia al IE que al coeficiente intelectual.
El consultor citó algunas pautas para aprender, reconocer y controlar la inteligencia emocional. Lo primero es reconocer:
Qué me causa estrés: La persona debe reconocer cuáles son las situaciones, actividades o personas que causan estrés. El ser humano por excelencia asocia situaciones, por tal razón, es importante identificarlos para así poder combatirlos.
Cómo reacciona mi cuerpo frente al estrés: Toda emoción causa una reacción en nuestro cuerpo, por ello es importante reconocer cómo reacciona mi cuerpo frente al estrés para saber cómo evitarlo en el futuro.
Por ejemplo, la presencia del jefe puede causar estrés, y por ello, generalmente cuando un trabajador ve que se acerca su jefe, empieza a sentir un ‘ardor en el estómago’, o ‘adormecimiento en la cara o la mano’.
Al reconocer cómo se manifiesta el estrés en mi cuerpo, debo detenerme y pensar cómo combatirlo. Frente a ello pueden resultar las siguientes preguntas:
¿Qué miedo sostiene el estrés?
Para el consultor, el miedo usualmente está sostenido por algo que tememos que pase o no queremos que suceda. La persona debe entender e identificar qué miedo está detrás de su estrés para encontrar una solución a priori.
¿Qué beneficios me trae el estrés?
Según Portugal, toda acción recompensada será repetida. Así, si sentimos estrés es porque consciente o inconscientemente nos trae algún beneficio.
Es necesario entender que hay otras formás más sostenibles para conseguir el ansiado ‘beneficio’ en la oficina. Es usual que un trabajador busque la promoción laboral o un mejor sueldo, pero es erróneo relacionar ello con una ‘sobrecarga’ o estrés laboral.
¿Cómo controlarlo?
“Evitar las preguntas en mi cabeza”, recomienda Portugal. ¿Qué quiere decir eso? Bueno suele pasar que llega un momento donde el estrés toma el control y nos paraliza o evita que nos podamos ‘desconectar’ del trabajo.
“Tal vez llegamos a casa y nos seguimos preguntando: ¿cómo hago para incrementar las ventas?. En ese caso es mejor cambiar la pregunta por una que no nos cause estrés, como por ejemplo: ¿qué puedo hacer esta noche para relajarme y conectarme más con mi familia?”, agregó.
La posición de mi cuerpo:
El consultor recalcó que la posición de nuestro cuerpo es vital para cambiar la forma en que enfrentamos las dificultades. Hay factores que demuestran el nivel de estrés, por ejemplo, si una persona se da cuenta que cada vez que siente estrés se rasca la cabeza, lo mejor es utilizar la mano para servirse agua.
“Por más simple que parezca, un cambio en la posición de nuestro cuerpo generará un cambio radical en nuestras emociones”, acotó el consultor.
¿Qué deben hacer las empresas?
Portugal recomendó que si una persona desarrolla por más de 4 horas la misma tarea, el empleador debería motivarlo a tomar breaks de 15 minutos cada 2 horas de trabajo.
Otra forma de reducir el estrés es mediante la hidratación. Las empresas deben brindar comodidad y acceso a bebidas o alimentos hidratantes a sus empleados. Nuestro cerebro es 80% agua, y cuando un ejecutivo está bien hidratado el nivel de estrés se reduce.
Finalmente, el consultor afirmó que es bueno desconectarse del trabajo y disfrutar de nuestra vida personal y familiar, porque de lo contrario creará en nosotros un patrón improductivo en el trabajo.