La mujer y el “horario infinito”, su principal obstáculo en el mercado laboral
Día Internacional de la Mujer. En promedio, la mujer dedica 40 horas semanales al trabajo remunerado y 40 horas a las actividades domésticas, mientras que el hombre trabaja 60 horas y solo 15 las dedica a la casa.
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Por: Redacción Gestion.pe
Barbara Salas Vanini
bsalas@diariogestion.com.pe
Paulo Rivas Peña
privas@diariogestion.com.pe
Aunque el crecimiento de la participación femenina en el mercado laboral es incuestionable (Perú lidera la región con el 67% de mujeres integrando la fuerza laboral), el principal obstáculo para la participación de la mujer es el uso del tiempo en el trabajo remunerado y no remunerado.
Así, la mujer dedica, en promedio, cerca de 40 horas a la actividad laboral y la misma cantidad de tiempo en trabajo no remunerado como cuidado de hijos y labores domésticas. Es decir, las mujeres tienen un doble horario laboral u horario infinito. En tanto, el género masculino dedica alrededor de 55 a 60 horas al trabajo remunerado y 15 horas al no remunerado.
Según Beatrice Avolio Alechi, profesora e investigadora del Centro de la Mujer de Centrum Católica, esta diferencia abismal en la disposición del tiempo juega en contra del crecimiento y ascenso laboral del género femenino.
“Más horas en actividad laboral te abre más oportunidades, tu carrera es mucho más rápida. Si el uso del tiempo provocara una mayor equidad en las actividades, generaría mayores posibilidades en términos de educación y de desarrollo profesional”, señala Avolio.
Asimismo, otra barrera laboral a derribar es el acceso a la educación y la brecha salarial. En América Latina, las mujeres ganan 10% menos que los hombres desempeñando un mismo cargo laboral, según un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo.
Aunque se registra un crecimiento de las mujeres en sectores como servicios, parcialmente en agricultura y manufactura, la participación del género femenino en las grandes empresas es muy baja.
“En el Perú, las mujeres no llegan ni al 3% de participación como miembros del directorio y las posiciones de alta dirección general no superan el 27%”, informa Avolio.
Pese la situación adversa, estudios, principalmente norteamericanos, constatan que la rentabilidad de las empresas se eleva entre 40 y 60% cuando hay mujeres dentro de las posiciones ejecutivas.
“El hecho que haya una diversidad importante en la generación de ideas y dirección de las empresas genera una estrategia mucho más rica para los negocios (…) En general, si bien algunos países han puesto cuotas por ley para la participación de las mujeres, la tendencia en el mundo es que, en función del talento y políticas claras de diversidad, es que se va a lograr el éxito”, concluye la investigadora.