Consumidor peruano frena sus compras en ropa y gastos fuera del hogar

Tendencia se observa desde fines del 2016, y para este primer trimestre los resultados serían menos optimistas, sumando el impacto por los desastres naturales.

Foto: (ESAN)

Por: Redacción Gestion.pe

La expectativa sobre las acciones del nuevo gobierno y el caso Odebrecht pasaron factura en la confianza del consumidor peruano.

La encuesta de la consultora internacional Nielsen, realizada en el último trimestre del 2016, indica una caída de ocho puntos en ese índice. En ella se destaca la sensación de desaceleración de la economía entre los encuestados y una extrema cautela al momento del gasto y el consumo en general, que incluso lleva a los peruanos a frenar sus compras en ropa y gastos fuera del hogar.

La pregunta es: ¿el primer trimestre del 2017 se mantendrá la tendencia? Ante ello, Marcelo Osanai, Client Business Partner de Nielsen, consideró que si bien es difícil afirmarlo (ya que el análisis del actual trimestre está en pleno curso), considerando la perspectiva política y económica, sumada a los fenómenos naturales, “podríamos esperar resultados menos optimistas de los que tuvimos el 2016”.

Sin impacto en lo personal
A la consulta de Nielsen sobre la sensación sobre la situación económica, un 58% considera que hay una sensación de recesión, frente a un 42% que no lo considera así. “Sin embargo, pese a esta opinión, el peruano siente que aún su economía no se ve afectada”, dijo.

Esto lo avala el 57% de peruanos que considera que sus finanzas personales seguirán siendo buenas. “Aún no sienten un impacto fuerte, pero en general la sensación es de incertidumbre sobre lo que pasará”, comentó Osanai.

Freno mis compras
Partiendo de la premisa de que el 61% de peruanos encuestados indica que esta época se considera entre no tan buena a mala para hacer compras, frente a un 37% que opina lo contrario, la encuesta de Nielsen precisó que la idea es cambiar hábitos de consumo para ahorrar en los gastos del hogar.

Con ello, el experto precisa que a pesar de ser clara la estabilidad económica por la que el país atraviesa, el entorno que lo rodea parece generar reacciones o medidas de precaución en el caso de que el mercado tome otro rumbo. Así, el consumidor se pone algunas restricciones en el gasto.

En el caso de alimentos, los consumidores han migrado a marcas más económicas e, incluso, si la situación mejorara seguirían comprando este tipo de marcas y reduciendo la compra de comida en la calle.