La decisión de Seúl tiene la intención de evitar una posible la amenaza de los programas nucleares y de misiles norcoreanos, dijo un portavoz del Ministerio de Defensa surcoreano.

Joe Biden, vicepresidente estadounidense, afirmó que su país y el mundo han dejado absolutamente claro a la nación asiática que no aceptarán ni tolerarán el armamento nuclear.

El ejercicio de este año, llamado Ulchi Freedom Guardian, se realiza en momentos en que parece que la tensión cede en la Península de Corea. Corea del Norte no se ha pronunciado sobre las prácticas.

El Comité para la Reunificación Pacífica de Corea propuso conversaciones para normalizar el proyecto Kaesong y dijo que la seguridad de los surcoreanos que visiten el parque industrial estaría garantizada.

Dos intentos de Seúl para que funcionarios de Norcorea usen una línea de la Cruz Roja restablecida días atrás fracasaron luego de que en la víspera Pyongyang cuestionara la jerarquía de los delegados surcoreanos que participarían en las citas para mejorar sus relaciones.

Pyongyang invitó a funcionarios de Seúl a negociaciones durante el fin de semana, las cuales tendrían el objetivo de mejorar sus desgastadas relaciones.

Norcorea dijo que podría restaurar los canales de comunicación cortados si su vecino acepta la oferta de diálogo. Por su parte, Seúl consideró la propuesta “positiva”.

El enviado especial norcoreano a China, sin embargo, no hizo ninguna oferta concreta relacionada con la intención de su país de abandonar el programa nuclear, limitando las posibilidades de diálogo con Corea del Sur y Estados Unidos.

Choe Ryong-hae, vicepresidente del máximo cuerpo militar norcoreano, encabeza delegación de alto nivel que tendría el objetivo de enmendar las relaciones con su aliado más importante.

Corea del Sur informó que su vecino había disparado un misil la mañana de hoy y un segundo en la tarde. Ambos fueros lanzados hacia el mar frente a la costa este de Norcorea.

Park Geun-hye, mandataria surcoreana, afirmó que ninguna provocación de sus vecinos tendrá éxito. Afirmó que su país está reaccionando a las amenazas de Pyongyang con resolución, pero con calma.

La unidad del Ejército del Pueblo Coreano -responsable de las operaciones en el suroeste de Norcorea- dijo que responderá ante cualquier proyectil que impacte en su territorio durante las maniobras que realizan sus rivales en el mar Amarillo.

Seúl quiere repatriar a sus 175 conciudadanos que aún permanecen en este complejo industrial intercoreano. Pyongyang se niega a negociar tras cierre del lugar.

El funcionamiento de la zona común, donde permanecen cerca de 180 trabajadores surcoreanos, ha estado suspendido desde comienzos de este mes.

Las autoridades norcoreanas calificaron como “un mostruoso acto criminal” las protestas suscitadas ayer en Seúl, cuando se celebró el cumpleaños de Kim Il Sung, abuelo del Kim Jong-Un

Parque manufacturero conjunto genera US$ 2,000 millones al año. Está en Corea del Norte Jong-un y alberga 123 empresas y emplea a 50,000 norcoreanos y cientos de surcoreanos que producen bienes como indumentaria.

A pesar de la declaratoria de guerra del líder norcoreano, Kim Jong-un, el gobierno surcoreano dijo no haber visto “movimientos inusuales” de las tropas norcoreanas durante los adiestramientos que realizan actualmente.

La medida es la última de una serie de advertencias por parte del Pyongyang como respuesta a nuevas sanciones impuestas por la ONU luego de su tercera prueba nuclear en febrero. Acusa a Estados Unidos de estar detrás de los castigos.

La línea directa de la Cruz Roja es usada para comunicarse entre Seúl y Pyongyang, que no tienen relaciones diplomáticas.