La idea de establecer una lista común para toda la Unión Europea de paraísos fiscales surgió en abril de 2016 con las revelaciones de los Panama Papers.

Funcionarios de la Unión Europea llegaron a la conclusión de que ninguno de los dos gobiernos emprendió una acción efectiva para adherir a las normas de la UE en materia de déficit fiscal.

Autoridades de once países europeos presentarán la nueva propuesta fiscal en mayo, según el ministro francés Pierre Moscovici. Reino Unido, el mayor centro financiero del bloque, es el único en oponerse al impuesto.

La agencia degradó la nota de deuda del país galo, pasándola de AA a un AA+. Las razones son que las reformas emprendidas son “insuficientes para abrir el crecimiento económico potencial” y el alto desempleo impediría hacer más ajustes.

El país galo tiene una meta impuesta por la Unión Europea: Déficit público de 3% del PBI. La Comisión Europea ha dado un periodo de gracia para evitar un excesivo ajuste en el presupuesto y ahogar la incipiente recuperación económica.

El organismo consideró que el elevado desempleo y el aumento de los impuestos limitan la capacidad del país europeo para competir con sus vecinos y erosionan el dinero que los consumidores pueden destinar a gastos no esenciales.

La jefa del FMI podría enfrentar una investigación formal por la decisión que tomó en el 2007, cuando -apoyada en su cargo de ministra de Finanzas francesa- puso en marcha un proceso para terminar con una larga batalla judicial entre el Estado y el empresario Bernard Tapie, aliado del expresidente Nicolas Sarkozy.

La semana pasada la Comisión Europea otorgó a Francia y España un plazo de 2 años más para reducir su déficit fiscal hacia el 3% del PBI, además de hacer las reformas estructurales necesarias para atacar este problema.

Dichos recortes se realizarían en el presupuesto estatal, en los presupuestos locales y en el presupuesto de seguridad social, dijo su presidente, François Hollande , reiterando que el Gobierno mantiene su promesa de largo plazo de un déficit cero en el 2017.

Ambas automotrices francesas prosiguen su diálogo con los sindicatos sobre planes para mejorar la productividad y eliminar cerca de 8,000 empleos cada una. Hoy afrontaron protestas.

La agencia es la única de las tres más importantes del mundo que mantiene la nota triple A para el país europeo, aunque con una perspectiva negativa.

El Gobierno de Francois Hollande rechazó la carta de los directivos de 98 firmas francesas quienes exhortaban la medida para impulsar su competitividad. “Se trabajará en la innovación”, afirmó el ministro de Finanzas.