Las oportunidades de negocio asociadas a la innovación tecnológica hacen del ‘foodtech’ un sector en crecimiento que interesa a grandes inversores y corporaciones, atraídas por ‘start up’ diferentes.

Las personas emplean leyes, normas sociales y acuerdos internacionales para cosechar los beneficios de la tecnología minimizando a la vez cosas no deseadas como el daño ambiental. Pero ¿cuánto durará este enfoque?

La deshidratación, el estrés, los calambres musculares y la depresión, por ejemplo, son solo cuatro de los numerosos malestares que revelan su presencia con marcadores químicos presentes en la sangre… y en el sudor.

Alma es una ternera de raza Jersey nacida producto de una clonación realizada en el Laboratorio de Biotecnología Reproductiva y Mejoramiento Genético de la U. Toribio Rodríguez de Mendoza. Científicos aplicaron el mismo método con el cual se clonó hace 20 años a la oveja Dolly.

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Materializar ese ahorro, no obstante, depende de una efectiva educación médica y de que los proveedores sanitarios adopten estrategias inteligentes de acceso al mercado.

El premio “Innovadores menores de 35 Perú” de MIT Technology Review seleccionará a los jóvenes locales con los proyectos tecnológicos más creativos e impactantes, capaces de dar solución a los problemas que preocupan a nivel global.

Su imparable desarrollo y los beneficios que brinda a las empresas son los principales factores para que los inversores y las firmas de capital de riesgo hayan decidido explotar el potencial económico del cloud computing.

La farmacéutica con sede en Basilea pagará US$ 725 millones en efectivo y podría entregar más de US$ 1,000 millones si Seragon logra hitos en el desarrollo farmacológico.

DNA Alliance, conformado por dos empresas biotecnológicas, tiene capacidad de diagnosticar 1,400 enfermedades y procesar más de 6,000 muestras al año. Espera facturar US$ 27.20 millones tras incursión en varios países de América Latina.

Hay razones para creer que el reciente boom biotecnológico no terminará en otra decepción. Lea a continuación el artículo de la revista The Economist sobre este tema.