Más allá de Toy Story: Animadores 3D peruanos cobran US$ 2,000 por trabajo
Los animadores locales que trabajan para productoras de cine, tanto en cortos como en largometrajes, pueden llegar a cobrar hasta US$10,000.
DIANA MUJICA MAGUIÑA
La industria de la animación 3D en nuestro país, si bien aún está en sus primeros pasos hacia la consagración, ha logrado imponerse como un mercado cuya demanda puede llegar a significar para sus miembros facturaciones tan optimistas como la que revela el titular de esta nota.
Según Cristian Arias, gerente de la Escuela de Artes Digitales (EAD), un egresado de la escuela puede cobrar por su trabajo unos US$1,000 si el destino es una agencia publicitaria. Este monto puede llegar variar entre US$800 y US$ 2,000, dependiendo de la duración del comercial. “La cifra puede ser mucho más optimista y hasta me animaría a decir que llega a los US$10,000 si se trabaja para una productora de cine que hace animación en cortos y películas”, explica el experto.
HISTORIA ANIMADA
Toy Story, la primera película de animación 3D, que narraba la odisea de unos juguetes por volver a las manos de su pequeño dueño, se estrenó hace ya 17 años y mucha agua, dinero y tecnología han pasado.
La industria de la animación ha crecido y su capítulo final, Toy Story 3, ha arrasado con la taquilla mundial.
En nuestro país, la oferta de centros que dictan cursos de animación no es aún muy extensa. Abel Espinoza, de Master Group Perú, otra de las escuelas que tiene entre sus carreras la animación 3D, señala que el promedio de inversión por un curso de siete meses es de S/.3,500, incluida la especialización. A su vez, EAD ofrece especializaciones de un año por un promedio de US$2,000.
CRECIMIENTO
Tanto Arias como Espinoza coinciden en situar la última década como la de mayor crecimiento. “Desde mi inversión inicial cuando empecé en el 2004, que superaba los US$100,000, hasta ahora el mercado ha crecido un 80%, principalmente porque las nuevas tecnologías abaratan los costos de la infraestructura y la hace más accesible a los animadores que ahora pueden empezar a crear en cuanto entran al instituto”, detalla Espinosa. Sus palabras parecen tener confirmación cuando el director de EAD se anima a decir que tener un negocio que ha logrado posicionarse como el suyo, luego de todos los sudores, prestamos y riesgos que le costó, requeriría una inversión de US$600,000.
CAMPO LABORAL
La veta principal de los animadores 3D se encuentra en la publicidad, aunque también existen grandes posibilidades en la realización de videojuegos.
Según detalla Cristian Arias de EAD, alumnos egresados de su firma han desarrollado juegos aplicativos para Facebook y también tiene un juego conocido como “El cuy”, que se vende nada menos que en la plataforma de Apple, Istore.
Un mercado sin duda prometedor ,que espera acercarse cada vez más a su pares sudamericanos de Argentina y Brasil, los líderes indiscutibles de la región.
GESTIÓN – 15/07/10