Ese monto equivale a 3.4 veces el costo del proyecto vial Metropolitano. Si uno quiere cruzar la ciudad y llegar puntualmente a su destino, tiene que salir hasta con una hora y media de anticipación.

ALFREDO PRADO

Cada día a las 6:30 de la mañana se inicia el “vía crucis” en las principales arterias de Lima Metropolitana por la concurrencia de los 850,000 vehículos que hay en esta ciudad, y llega a su máximo nivel de intolerancia entre las 8:00 y 9:00 de la mañana.

El caos y la inamovilidad es tal que una persona, si quiere llegar a su destino con puntualidad inglesa, tiene que salir de su vivienda, dependiendo de la distancia que va a recorrer, con una media hora y una hora y media de anticipación.

Una muestra representativa de lo que sucede en Lima en las horas punta es lo que acontece en la avenida Javier Prado, vía muy importante de acceso a san Borja, San Isidro, Miraflores, Magdalena y Jesús María para los residentes de Cieneguilla, Manchay (Pachacamac), La Molina, Surco, Ate Vitarte y Santa Anita.

Por esta vía, en hora punta, circulan centenares de vehículos cada minuto. Según cálculos del Ministerio del Interior, por el óvalo Monitor de la av. Javier Prado (frente a la Universidad de Lima) circulan 505 vehículos cada cinco minutos; por la intersección con Rivera Navarrete, 550 vehículos; por los cruces con la av. Petit Thouars y Arenales, 450 y 360 vehículos, respectivamente, cada cinco minutos.

“Esto es insoportable para la población que quiere desplazarse. Además, en Lima, como en ninguna ciudad capital de un país de América Latina, la policía de tránsito tiene que actuar como semáforo; es un costo lamentable”, señaló algo mortificado el ministro del Interior, Octavio Salazar.

PÉRDIDA

¿Usted se imagina cuánto se pierde anualmente en Lima por el caos vehicular? Seguro que no. Cada año se pierde más de US$ 1,000 millones, más de tres veces el valor del proyecto Metropolitano (que está costando US$ 300 millones).

“Este monto involucra las pérdidas de horas-hombre, el exceso en el consumo de combustibles, el costo ambiental, el efecto en la salud humana, la pérdida de oportunidades de negocio, etc.”, comentó Luis Quispe, presidente de la ONG Luz Ámbar.

“Todas las vías principales de la ciudad se congestionan completamente en hora punta. La situación se agrava aun más por las obras civiles de los municipios, debido a las cercanías de las elecciones”, agregó.

¿Cuál es la solución? Para Octavio Salazar, por lo pronto, se requiere en toda la ciudad capital 200 pasos a desnivel.

“No se requiere hacer obras monumentales, ni extraer abundante tierra que es muy costoso. Donde hay problema hay que hacer un by pass o un puente aéreo y se soluciona parte del problema”, anotó el titular del Interior.

Si no se avanzan en las soluciones la situación empeorará, pues las principales obras que están en marcha, el Metropolitano y el Tren Eléctrico solo aliviarán el malestar del 15% del número de pasajeros que circulan por Lima Metropolitana.

GESTIÓN – 30/04/10