Seis actitudes que debemos evitar para ser felices en el trabajo
FOTOGALERÍA. Diferentes esquemas organizacionales, flexibilidad de horarios, homeoffice, oficinas con espacios abiertos… Mucho se ha hecho para mejorar el clima laboral de las empresas. Y a pesar que se han conseguido importantes resultados, aún no logra impactar de manera trascendental en el nivel de compromiso de los trabajadores. ¿Qué debemos hacer? Atento a la fotogalería.
Un reporte de Gallup sobre el estado de los lugares de trabajo en el mundo (`State of the World Workplaces – Gallup 2011/2012´) indica que en Perú solo 16% de trabajadores están comprometidos con su empresa, mientras que el 62% no lo está.
Por otro lado, existe un 21% de colaboradores que están completamente desmotivados; ellos, no solo viven disconformes, sino que desestiman cualquier iniciativa o acción por más positiva que esta sea.
Para Freddy Kamt, director comercial del portal Bumeran.com, implementar y desarrollar una cultura de ‘Felicidad en el Trabajo’ también contribuye sobremanera a la retención y reclutamiento de los mejores talentos, “porque promueve un mejor clima laboral que aporta interna y externamente a la reputación de una empresa, convirtiéndola en un lugar donde todos quieren trabajar”.
Pero ¿cómo hacer para ser felices en el trabajo, donde posiblemente existe mucha sobrecarga de trabajo, el sueldo no es muy bueno o quizá se debe lidiar con un jefe injusto? José Fernando Agudelo, director para Colombia de The Edge Group, dice que todo parte del prisma con el que se elija mirar las cosas.
“En nuestra experiencia hemos descubierto que una de las cosas que más aporta a la felicidad en el trabajo, es encontrarle un sentido, un verdadero propósito al rol que se desempeña. El cultivar buenas relaciones con compañeros de trabajo también aporta a la felicidad en el centro laboral”, asegura el especialista y aconseja cambiar ciertos hábitos que no favorecen a la felicidad de las personas. Aquí algunos de ellos:
1. Compararse con los demás. Hacerlo muchas veces nos lleva a enfocarnos más en lo que nos falta, que en aquello que se tiene, favoreciendo sentimientos de ansiedad o tristeza.
2. No vivir en el presente. Todo lo que anclamos en el pasado trae consigo nostalgia y todo lo que proyectamos en el futuro crea ansiedad. Por ello, es mejor vivir el momento y trabajar con lo que se tiene en el aquí y el ahora.
3. Etiquetar o asumir. Apresurarnos a dar un juicio sobre una persona o situación en base a lo que se cree o presume, puede llevarnos a tomar decisiones equivocadas y poco convenientes, además de no aportar positivamente a nuestras relaciones interpersonales.
4. Enfocarse y/o quedarse en el problema. Hacerlo no solo nos evita ver las fortalezas, lo cual nos ayuda a vivir en un estado positivo. También impide que podamos distinguir las oportunidades que vienen con cada inconveniente, como la posibilidad de aprender algo nuevo, de descubrir que somos capaces de vencer los retos, etc.
5. Envidiar. Sí, la envidia es un sentimiento natural, pero también muy tóxico para nuestra vida. Recordemos que la mente es como un disco duro que puede llenarse de `desperdicios´ si lo permitimos. En cambio, podemos elegir canalizar un sentimiento como este de otra manera, como por ejemplo, haciendo que eso que deseamos y no tenemos nos impulse a mejorar.
6. Tomar oportunidades por miedo a perderlas. Vivir pensando en que tenemos que tomar la oportunidad para evitar que se nos escape, nos aleja de las prioridades. Lo mejor es enfocarse primero en aquello que necesitamos concretar, en lugar de ir saltando de oportunidad en oportunidad. Ir por la vida persiguiendo oportunidades no hace feliz.