Reconocidos sommeliers recomiendan estos veinte asequibles vinos

FOTOGALERÍA. El cambio de estación en EE.UU. trajo consigo las recomendaciones de los mejores sommeliers del país sobre qué vino tomar este otoño boreal. “La gente escarba más y compra vinos más serios en el otoño y principios del invierno”, dijo Robert Bohr, copropietario de Charlie Bird en Nueva York, uno de los siete sommeliers que comparten aquí sus tips. (Texto: Bloomberg)

Daniel Bjugstad, Sommelier, Pasquale Jones, Nueva York. "Me encanta beber vino en el otoño. Todavía puedes disfrutar los más ligeros, pero los vinos más densos y terrosos se vuelven muy disfrutables con un poco de presión en el aire". Sus recomendaciones son: (Foto: Robyn lehr)
Domaine Bachelet Côte de Nuits-Villages, Francia, cosecha 2012 (US$ 55). Para el otoño, inmediatamente pienso en un tipo específico de Borgoña tinto, ejemplificado por el sabroso Bachelet. Los aromas frutales de este vino y su sabor terroso a calabaza siempre parecen más apropiados para una noche fresca de otoño, de preferencia si llevo puesto un suéter. No fabrican mucho vino, por lo que incluso su "humilde" Côte de Nuits-Villages está cuidadosamente diseñado y es muy accesible.
Chateau Carbonnieux Pessac-Leognan Blanc, Francia, cosecha 2012 (US$ 42). Siempre me impresiona la férrea determinación de los comensales de verano de tomar Sancerre. Me gusta el Sancerre, pero es septiembre y es el momento de pasar a otra cosa. La mejor manera de dejar este hábito es beber un blanco de Burdeos, con notas ahumadas y de hongos que equilibran la frutosidad madura del sauvignon blanc. Va muy bien con las verduras asadas disponibles a finales del verano y principios del otoño.
Shelley Lindgren, propietaria, A16, San Francisco. Sus recomendaciones son: (Foto: Frankie Frankeny)
Cigliuti Serraboella Barbaresco, Piamonte, Italia, cosecha 2010 (US$ 56) .Cuando pienso en vino para el otoño, pienso en Nebbiolo. Rosa roja, pimienta blanca, cereza negra y sabores de tamarindo. Este Barbaresco es complejo y va fabuloso con una amplia gama de alimentos, desde pastas hasta proteínas. También es una gran manera de comenzar la temporada de las trufas.
Gabbas Manzanile vermentino, Cerdeña, Italia, cosecha 2015 (US$ 14). Este blanco tiene un entusiasmo increíble, con sabores de hierba luisa, nectarina blanca y mineralidad de piedra de río. Es refrescante, sea que lo tomes en el calor del verano o el clima frío de otoño, y es ideal para ensaladas, entradas o para tomarlo solo.
Bodega Poe Pinot Nouveau, Sonoma, cosecha 2014 (US$ 24). Siempre es genial ver una tendencia entre los productores de vino de California. En este momento, Gamay y Beaujolais se han vuelto a poner de moda. Justo en la línea de la bodega Poe, que saca su Pinot Nouveau el tercer jueves de noviembre cada año. Es excelente para platos únicos como guisos y estofados con sus sabores a fresa y arándano silvestre y cuerpo medio.
Bobby Stuckey, co-propietario de Frasca Food & Wine, Boulder, Colorado. Sus recomendaciones son: (Foto: Joe Amigo)
Produttori del Barbaresco, Piamonte, Italia, cosecha 2012 (US$ 33). Hace apenas un par de semanas, no podía conseguir suficientes blancos veraniegos y tomates. Ahora es el momento de cambiar a lo que podría ser el mejor vino para el otoño: Nebbiolo. Es súper fino y elegante y una referencia en los sabores Nebbiolo de pétalos de rosas secas, regaliz y frutos secos.
Monier Perreol Saint Joseph, Rhône, Francia, cosecha 2013 (US$ 31). Este Syrah del norte del Ródano me apetece mucho durante el otoño. Los platillos se vuelven más terrenales y ricos, y este vino es perfecto para nuestras primeras noches de nieve en Boulder. Aunque es oscuro y afrutado no es pesado.
Edi Keber Collio Bianco, Friuli, Italia, cosecha 2015 (US$ 20). Los mejores blancos para el otoño son los que tienen más textura y peso. Voy a decir que este blanco de la frontera entre Italia y Eslovenia es el vino perfecto para el otoño. Está hecho con una mezcla de Friulano, Ribolla Gialla, Malvasia Istriana. Muy cargado y rico, pero elegante.
Helen Johannesen, copropietaria de Jon & Vinny, Los Ángeles. Sus recomendaciones son: (Foto: Helen Johannesen)
Château Cambon Beajolais, Francia, cosecha 2015 (US$ 20). Gamay es, sin duda, el vino cliché para el otoño, especialmente una vez que la gente comienza a pensar qué servirá el Día de Acción de Gracias. Aunque sea trillado, a mí me gusta. Gamay es un vino tinto que bebo todo el año y el doble en el otoño, cuando me encuentro con una buena botella como ésta, que nació en un viñedo olvidado entre Brouilly y Morgon, comprado por tres amigos vinateros. Es fresco, jugoso y con textura.
Domaine de la Pepiere Muscadet Clisson, Loire, Francia, cosecha 2013 (US$ 25). Habrá quien diga que el muscadet es un vino de verano. Sin embargo, después de beber tanto rosado, creo que este vino blanco es lo que todo el mundo desea en secreto. Es de un viñedo muy específico, Clisson, y personifica el vino seco de la forma más electrizante.
Broc Cellars Carbonic Carignan, Alexander Valley, California, cosecha 2014 (US$ 29). "Carbónico" quiere decir que las uvas se fermentan sin sacarlas de su piel, lo que da vida a los mundos pequeños y jugosos. Captura una cierta energía que hace que este tinto especialmente perfecto para el otoño. Es jugoso, brillante, con energía y muy amigable con los alimentos. Y a pesar de lo que acabo de decir sobre el Gamay, este Cariñena le va a estar pisando los talones al Gamay todo el otoño.
Laura Maniec, propietaria, Corkbuzz, Nueva York. Sus recomendaciones son: (Foto: Laura Maniec)
NV Robert Barbichon Blanc de Noirs Brut, Champagne, Francia (US$ 44). Es posible que no haya oído hablar de este vino de Champagne, pero es increíblemente sabroso con notas de roca triturada, pera magullada, jengibre y un toque ahumado. Es crujiente, refrescante, pero de textura densa y súper-compleja. Siempre hago campaña por los vinos de Champagne, y este vino es ideal con la mayoría de los platillos que uno quiere comer en el otoño.
Domaine Bersan Chablis, Francia, cosecha 2013 (US$ 22). Chablis es una de mis regiones favoritas en el mundo para el vino blanco. Este vino está hecho de vides de un promedio de 35 años de edad y los sabores son bastante ricos y sabrosos. También tiene notas de manzanas, peras, queso parmesano y hongos. Tómelo con un buen plato de hongos y definitivamente con queso.
Nervi Nebbiolo, Piamonte, Italia, cosecha 2010 (US$ 29). Desde la bodega más antigua en Gattinara en Piamonte, este tinto ofrece sabores de tarta de frutos rojos como frambuesa, fresa y cereza con violeta seca y trufa. Es un Nebbiolo clásico, y va muy bien con todo tipo de platos de carne y guisos. Dato curioso: cuando viajó a Piamonte, el presidente Thomas Jefferson puso dos barriles de vino de Gattinara en un buque de guerra estadounidense y los mandó a la Casa Blanca.
Robert Bohr, copropietario, Charlie Bird, Nueva York. "La gente escarba más y compra vinos más serios [léase más caros] en el otoño y principios del invierno". Sus recomendaciones son: (Foto: Robyn Lehr)
Il Poggione Brunello di Montalcino, Toscana, Italia, cosecha 2011 (US$ 72). Cuando el clima se pone más frío, y como más ragús con pasta y carnes a la brasa, los vinos que bebo son un poco más ricos. Brunello de Il Poggione siempre es bueno. Es un tinto toscano elegante, de estilo clásico, con aromas brillantes de frutos rojos, terrosos y sexy, y taninos firmes pero suaves. Es una apuesta segura y también ofrece un buen valor en una región turística de Italia, donde es fácil cometer algunos errores en el vino.
Comtes Lafon Meursault 1er Cru Les Porusots, Borgoña, Francia, cosecha 2013 (US$ 145). En septiembre y principios de octubre, pienso en el Borgoña blanco, sobre todo en las versiones más intensas de productores excepcionales como Lafon (también pienso en Domaine Roulot). Este vino es afelpado sin ser demasiado denso; tiene un sabor a frutas fuerte con una acidez vibrante y un no sé qué de terrosidad que hace a este vino de Borgoña tan especial. Estos vinos son deliciosamente útiles cuando mueves los mariscos de la parrilla en el patio trasero a la estufa de la cocina. Así que tenga al Meursault en cuenta para la langosta a la mantequilla o el rodaballo asado o cuando ve un partido de fútbol que se pone interesante.
Vietti Nebbiolo Perbacco, Piamonte, Italia, cosecha 2012 (US$ 26). Después de beber tintos ligeros durante todo el verano, estoy poniendo a este vino en la rotación pesada, tanto para mí como para la lista de Charlie Bird. Tiene un color ligero y cuerpo mediano, un tinto complejo para platos como lomo de cerdo asado, pechuga de pato con especias, o pasta con hongos porcini. Incluso cuando es joven, el Perbacco se comporta como Barolo suave pero maduro: se obtiene el sabor afrutado y a especias, así como el mentol con los taninos agarrosos que uno espera y necesita de un Nebbiolo, pero todo pulido, bebible y también a un precio razonable.
Ryan Arnold, Director del vino, Lettuce Entertain You, Chicago. Sus recomendaciones son: (Foto: Anjali Pinto)
Cerasuolo Tiberio Abruzzo, Italia, cosecha 2015 (US$ 16). Por supuesto, el rosado siempre se vende bien en el verano y muchos de ellos están hechos para beberse en un día caluroso, pero ya no es un vino de temporada: es relevante durante todo el año. Algunos vinos rosados son serios. Tienen un mayor contenido de alcohol, son más ricos y bien estructurados y pueden manejar los sabores del otoño extremadamente bien. Además, cuando te dan una botella bien hecha algo añejada, se vuelve más compleja. Usted no sólo quiere beberlo y degustar las fresas.
Enfield "Heron Lake” Chardonnay, California, cosecha 2014 (US$ 30). Mi verano estuvo lleno de Chablis. Sin embargo, conforme la temperatura baja, me gusta el Chardonnay, porque tiene una gran acidez y un poco más de cuerpo. Además, todo el mundo está buscando a los productores más pequeños.
Rezzadore Tai "Monte Oseliera" Veneto, Italia, cosecha 2013 (US$ 17). Este tinto italiano es bastante ligero y no tiene demasiado contenido alcohólico, pero es especiado y terroso, y al mismo tiempo tiene un sabor brillante. Va bien con los sabores de Oriente Medio, verduras de otoño, pescado y carnes más ligeras.

Por: Redacción Gestion.pe