Cómo hacer de cada viaje una auténtica experiencia
FOTOGALERÍA. En Bloomberg Pursuits, nos encanta viajar. Y siempre queremos hacerlo bien. Por eso hablamos con trotamundos en todas nuestras áreas de lujo (comidas, vinos, moda, autos, bienes raíces) para conocer sus trucos de alta gama, sus consejos y sus experiencias estrambóticas. He aquí los Distinguished Travel Hackers. La periodista Jo Piazza es autora de varios libros de ficción y de ensayo, como “If Nuns Ruled the World” y “The Knockoff”, un exitoso libro a nivel internacional que ha sido traducido a 13 idiomas. Vive con su marido en la Bay Area, y en un año promedio registra entre 80,000 y 100,000 millas en el aire, generalmente por Alaska Airlines. Su próximo libro, “How To Be Married” (Penguin Random House), analiza las distintas actitudes a la hora de casarse (y seguir casado) en diferentes culturas. Para entrevistar a esposos y esposas y conocer sus consejos ganados con mucho esfuerzo, viajó a cinco continentes con el fin de reunirse cara a cara con sus sujetos. Sus consejos para extraer la experiencia más auténtica de los viajes son los siguientes:
Una manera de hacer conexiones significativas es sumarse a un grupo que corre, la mayoría de los hoteles tiene uno actualmente, y he conocido a algunos tipos increíbles a través de ellos. Los conserjes también pueden ser un buen aliado porque conocen a todos en el hotel. Un conserje llegó a decirme ‘Debería hablar con ese joven porque los dos me preguntaron dónde podían ir a caminar’.
Hace alrededor de 3 años, dejé de confiar en Internet: ya se trate de Yelp! o de Google. Quiero, en cambio, una recomendación boca a boca decente, de modo que uso los medios sociales. Facebook o Twitter no me resultan útiles, pero Instagram es excelente para los consejos y para conectarse con otros seres humanos. Publico una linda foto del lugar al que voy y agrego un hashtag para atraer gente que está fuera de mi red. Los viajeros desean conectarse con otros viajeros, de ese modo se da una colaboración en las recomendaciones.
Hace unos años que borré “ciao” cuando lo adoptaron todos los banqueros de inversión en la ciudad de Nueva York para tratar de acostarse con modelos, pero fuera de eso, trato de memorizar uno o dos saludos básicos en todos los países a los que viajo. Con una búsqueda rápida en Google Translate, puede mantener la frase en su teléfono en todo momento.
Los taxistas son las personas más interesantes que he conocido. Cuando encuentro uno que realmente me gusta, lo contrato para que sea mi guía durante la semana. Hasta ahora lo hice en ocho ciudades distintas.
Noventa por ciento de las veces, si ordeno el servicio de habitación es porque llegué muy tarde o me olvidé de comer. Y a cualquier hora después de las 21:00, la comida ya está lista (lleva horas preparada), de modo que siempre pido algo fuera del menú. Los obliga a prestar más atención y tienen que hacerla fresca.
Yo compro salsa picante en todos los destinos que la venden y tenemos un gabinete entero de la cocina lleno de salsas picantes extranjeras. Es un hábito barato pero peligroso.
Podría decirle que empaque un fabuloso chal de cachemira, pero la cinta adhesiva me resulta útil siempre. La he usado para arreglar un taco en Maldivas, sellar la puerta de una cabina con temperaturas bajo cero en Kilimanjaro, arreglar la cremallera rota de una maleta y enderezar una mesa tambaleante. Llevar un rollo de cinta adhesiva me hace sentir MacGyver con más pelo y un labial más caro. Y siempre llevo algo de salsa Tabasco y una buena sal en escamas en envases pequeños para que la comida del avión resulte tolerable.