¿Una “postura poderosa” puede influir en su camino al éxito?
La manera de tomar asiento o pararse impacta tanto en el cuerpo como en la mente. Recientes investigaciones señalan que la energía que transmite puede cambiar la conducta del colaborador.
Por: Redacción Gestion.pe
Las posturas enérgicas del cuerpo, como si se tuviera un poder real, propicia que la persona pase a tener un comportamiento que evidencie confianza y seguridad en sí misma. Para los expertos solo basta con practicar día a día una “pose poderosa” en privado durante unos cuantos minutos.
Según explica un artículo de The Wall Street Journal, la clave está en pararse derecho e inclinado levemente hacia adelante con las manos en los costados, o inclinarse hacia delante sobre un escritorio con las manos apoyadas con firmeza en su superficie.
Nuevas investigaciones apuntan a que las citadas posturas producen mayores niveles de testosterona y menores niveles de la hormona de estrés cortisol. Esto ya ha sido experimentado por los participantes de varios estudios al respecto.
De tal manera, dichos cambios fisiológicos conllevan a que las personas tengan un mejor desempeño y un comportamiento que revela confianza y seguridad en sí mismas.
Adoptar una pose poderosa puede reducir los síntomas de estrés, según Dana Carney, profesora asistente de la Escuela Hass de Negocios de la Universidad de California, en Berkeley.
Esto quedó comprobado en un estudio, en el que grupos de participantes adoptaron durante unos cinco minutos poses de mucho poder y poco poder, luego todos ellos debían pronunciar un discurso frente a unos evaluadores. El resultado: quienes habian practicado “poses poderosas” mostraron menos cortisol y menos señales externas de estrés antes de decir su respectivo discurso.
Una persona que comenzó a practicar estas posturas a menudo en sus jornadas laborales señaló para el citado medio lo siguiente: “Sentí que tenía más el control, y tenía más impacto en las conversaciones”.