A las empresas ya no les interesan los workaholics
La investigadora de la Universidad del Pacífico, Sandra Corso, afirma que estos trabajadores no son productivos, pues complican el trabajo en equipo.
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Por: Manuel Patiño
¿Pasa en la empresa 25 horas al día, 8 días a la semana? Pues le tenemos malas noticias. Los populares ‘workaholics’ o adictos al trabajo no son el estímulo que necesitan las empresas. Por el contrario, perjudican el desarrollo de la compañía.
Sandra Corso, investigadora del área de gestión empresarial y responsabilidad social de la Universidad del Pacífico, conversó con Gestión sobre el desempeño de los ‘workaholics’ y la motivación laboral en las organizaciones.
La investigación de Corso, también docente de posgrado en la UP, resume que un adicto al trabajo, a largo plazo, termina convirtiéndose en una persona irritable que genera rechazo en su equipo.
El equilibrio entre la vida laboral y personal es la clave para forjar colaboradores productivos. La empresa, por su parte, tiene una gran responsabilidad en motivar a sus empleados para que exploten sus recursos individuales.
Una compañía preocupada por la felicidad de sus colaboradores también les plantea retos, asegura Sandra Corso. El estímulo al personal es bastante importante en la actualidad, sobre todo con la ola millennial, que migra tan fácil de un trabajo a otro.
Entre estos colaboradores motivados se encuentran los líderes del futuro. Corso está convencida de que un líder debe saber valorar las habilidades de sus compañeros y continuar con su desarrollo personal a lo largo del tiempo.