FOTOS | Hay días en los que la ingeniería y la arquitectura se pone al servicio de la creatividad y edificios que podrían ser uno más se acaban convirtiendo en obras de arte gigantes que quedan para la posteridad.
Bueno, o, al menos, se ganan las risas y la sorpresa de todos los ciudadanos que pasan frente a ellos.
Fachadas que se retuercen, construcciones que se parecen a monstruos gigantes, rascacielos que tienen vida… En arquitectura todo vale y estos complicados edificios lo demuestran.
Todo es echarle imaginación, buen hacer y sí, un poco de locura.