FOTOGALERÍA. De un puente de cristal suspendido sobre el vacío en los montes Huang, en China, a un espectáculo de pintura de luz en el desierto de sal de Uyuni, en Bolivia, escenarios muy inspiradores.
40 años de juventud, Un edificio en el que dos arquitectos treintañeros, el británico Richard Rogers (autor de la también fabulosa T4 de Madrid) y el italiano Renzo Piano, aunaron juventud, audacia, pasión tecnológica y sentido de la belleza hasta cuajar un proyecto en estado de gracia. “París tiene su propio monstruo, como el lago Ness”, proclamó un crítico de Le Figaro. (foto: getty).