La policía informó que Stephen Paddock fue hallado muerto en su cuarto, posiblemente luego de suicidarse. En la habitación los agentes hallaron por lo menos ocho armas, algunas de caño largo.
Hasta el momento se desconocen por completo las motivaciones de Paddock, e incluso sus familiares dijeron no tener idea de qué ocurrió con el discreto jubilado.
Muy rápidamente el FBI declaró que no tenía pruebas de “ningún vínculo con un grupo terrorista internacional”.
Las informaciones públicas disponibles indican que vivía en una residencia junto a un campo de golf en la pequeña ciudad de Mesquite, cerca de la división de Nevada con Arizona, a unos 130 kilómetros de Las Vegas.
Según la policía, el ataque perpetrado por Paddock dejó un saldo de por lo menos 50 personas muertas y unos 400 heridos. Se trata de una de las peores matanzas registradas en Estados Unidos en décadas.