El ataque se realizó con drones y helicópteros Apache, e iba dirigida contra objetivos de Al Qaida en Yemen.

Gran parte de Yemen está bajo control de los rebeldes hutíes de la etnia chií desde 2014. El gobierno reconocido internacionalmente ha huido del país y ha solicitado una intervención militar a los estados vecinos del Golfo Pérsico.

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Rusia pidió ante la ONU una pausa en la campaña de bombardeos de la coalición árabe en Yemen, debido a la crítica situación humanitaria que atraviesa ese país.

Ayman al-Zawahri afirmó que esos ataques tendrían el objetivo de debilitar la economía estadounidense mediante la activación de un enorme gasto de seguridad. “Debemos desangrar a EE.UU. económicamente”, expresó.

El país norteamericano además ordenó la evacuación de todo el personal no esencial de su sede diplomática en la nación asiática, debido a posibles ataques de Al Qaeda.