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Chile, país que dió origen a las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP), fue escenario de una multitudinaria manifestación que exigía el fin de ese sistema, instaurado durante la dictadura de Augusto Pinochet.

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Según los manifestantes, el sistema privado de pensiones en Chile otorga a sus afiliados pensiones que en promedio están por debajo del salario mínimo chileno.

La presidenta Michelle Bachelet firmó una ley que permitirá que las AFP inviertan por primera vez directamente en compañías de capital cerrado y bienes raíces, y que compren acciones en concesiones de infraestructura.

Desde que Bachelet dio a conocer una serie de propuestas, el 9 de agosto, políticos y miembros del gabinete han dado su propia opinión sobre lo que debe hacerse.

La marcha es la segunda que se realiza en el último mes en contra del sistema de pensiones chileno La anterior manifestación, el 24 de julio pasado, convocó a unas 100,000 personas en Santiago y cerca de un millón en todo Chile.

Por primera vez las compañías tendrán que contribuir al sistema de pensiones privado en Chile, que hasta ahora dependía de los pagos de los trabajadores a cuentas de ahorros privadas, dijo Michelle Bachelet.

Los detractores del sistema privado de pensiones (SPP) en Chile acusan que las pensiones entregadas por las AFP alcanzan en promedio la tercera parte de los salarios de los cotizantes y que en muchos casos terminan siendo pagos menores al sueldo mínimo.