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Cientos de miles de personas protestaban este martes en Barcelona, en el marco de una huelga general convocada para denunciar la violencia policial durante el referendo independentista.

Más allá de los intentos de los separatistas catalanes de llevar a cabo un referéndum, el ministerio garantizará que los bancos, proveedores y funcionarios públicos sean pagados puntualmente, dijo el oficial.

El Parlamento británico -donde la primera ministra Theresa May tiene mayoría- decide si Escocia puede celebrar un segundo plebiscito. No obstante, si May se niega a permitir una votación podría generar una crisis constitucional.

Desde septiembre de 2015 hasta junio último, los votantes en favor de revocar al mandatario han oscilado entre 59% y 70%. Los encuestados consideran que la situación actual del país está en su peor momento.

Habrían unos 1,250 empleados estatales venezolanos destituidos por respaldar la consulta promovida por la oposición, según el sindicato de la Unión Nacional de Trabajadores (Unete), que denunciará esos casos ante la OIT.

El proceso entra ahora en una etapa de incertidumbre: el Consejo Nacional Electoral, acusado por la oposición de servir al gobierno, será el que determine si se alcanzó la meta.

El martes pasado, el CNE informó que de las 1.8 millones de firmas que presentó la coalición Mesa de la Unidad Democrática (MUD) el 2 de mayo para activar la consulta, son válidas 1.3 millones, seis veces más que el mínimo de 200,000 requeridas por norma.

La oposición exige que el Consejo Nacional Electoral (CNE) fije la fecha de confirmación de firmas -que debe hacerse en cinco días con máquinas que cotejan la huella dactilar-, y que podría ser del 16 al 20 de junio, según versión extraoficial.

Luego que la oposición venezolana saliera a las calles, ya tensas por la escasez de alimentos, para exigir un referendo revocatorio contra el presidente Nicolás Maduro, las autoridades electorales dominadas por el chavismo se habrían visto obligadas a dar luz verde al proceso.

FOTOGALERÍA. Un excandidato presidencial, un veterano y encarnizado adversario del chavismo y un elocuente activista social son los actores que empujan la salida del presidente venezolano Nicolás Maduro mediante un referendo revocatorio. Los tres son dirigentes de la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) que, por primera vez en 17 años de hegemonía chavista, asumió en enero pasado el control de la Asamblea Nacional. La agencia AFP ha elaborado estas semblanzas de cada uno de ellos.

Si el referendo se hace después de enero del 2017, cuando se cumplen cuatro años del mandato presidencial, y Nicolás Maduro pierde, la Constitución prevé que el vicepresidente termine el periodo, hasta el 2019.

La oposición venezolana espera realizar la consulta a más tardar a finales de este año, pero el oficialismo chavista sostiene que los plazos legales no lo permitirán.

El Consejo Nacional Electoral (CNE), al que la oposición acusa de servir al gobierno, comenzó este miércoles a revisar cerca de dos millones de firmas que presentó la oposición para activar el revocatorio contra Nicolás Maduro.

La oposición venezolana quiere que el referendo se haga antes del 10 de enero, cuando se cumplen cuatro años del periodo que inició Hugo Chávez y que, tras su muerte, está completando Nicolás Maduro.

La Constitución establece que si el referendo se celebra dentro de los primeros cuatro años del mandato se debe convocar a nuevas elecciones; pero si tiene lugar en los dos últimos, el período lo debería completar el vicepresidente.

Este martes temprano, el presidente de Bolivia, Evo Morales, había expresado su esperanza de que los votos de comunidades indígenas apartadas, aún no contabilizados, puedan revertir la tendencia de los resultados.