Sonsoles Castillo, economista jefe del BBVA research, analiza los efectos del último paquete monetario anunciado por el Banco Central Europeo ante la deflación.

La entidad redujo la tasa de depósitos a 0.10%, recortó la principal tasa de refinanciamiento a 0.15% y bajó la tasa marginal de crédito, o tasa de préstamos de emergencia, a un 0.40%.

A una semana de la reunión del Banco Central Europeo, autoridades europeas esperan que el “corredor”, la diferencia entre las principales tasa de interés, se mantenga.

Según el presidente del BCE la contracción crediticia frena la recuperación en los países europeos y que la apreciación del euro mantiene limitado las alzas de los precios de la zona euro.

Mario Draghi, presidente del BCE, señaló que existe la opción de adoptar un alivio cuantitativo en la zona euro en el futuro. La inflación percibida en marzo fue de un 0.5%, nivel muy por debajo de la meta del banco.

La jefa del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, citó que un lento crecimiento de los precios en la zona euro, la crisis en Ucrania, y la volatilidad del mercado mermarían el crecimiento en el corto plazo.

La presión a la baja de la inflación en España no es un fenómeno nuevo, ya que comenzó en 2008 con la recesión. Sin embargo, a partir de 2012 el proceso se ha intensificado y actualmente se sitúa muy cerca del 0.0%.

El presidente del Banco Central Europeo aseguró que las expectativas de inflación de mediano a largo plazo continúan estando firmemente en línea con su propósito de mantenerlas cerca al 2%.

Mario Draghi del Banco Central Europeo, rindió declaraciones tras la reunión del consejo de gobierno en la que el organismo monetario mantuvo la principal tasa de refinanciación en el mínimo histórico del 0.25%.

Su economista jefe, Peter Praet, afirmó que la crisis financiera ha dejado al bloque con una carga de deuda única en la historia de la posguerra europea porque ha creado un ambiente más deflacionario.