Son contados los casos en que los colaboradores se animan a pedir un incremento de sueldo pues esperan a que el empleador tome la iniciativa. Por eso hay factores que conviene a tomar en cuenta antes de dar ese paso.

Mientras los alumnos pueden poner a prueba sus competencias en un entorno real, los empleadores tienen la oportunidad de atraer talento. Sin duda una relación “win to win” que no debe tomarse a la ligera.

Las nuevas tecnologías aceleran los procesos de selección y aumentan la productividad laboral, pero también hacen más difusa la línea que separa lo personal de lo estrictamente profesional.

Algunas personas reaccionan ante el estrés gritándole a sus colegas. Si trabajas para alguien así, es necesario saber cómo reaccionar. “Recuerda que perder el control y gritarle a la gente le resta credibilidad profesional a él, no a ti”, dice un especialista consultado por Fortune.

Si ha decidido poner sobre la mesa el tema, debe dejar en claro que no pretende abandonar la empresa y que solo esta buscando desarrollar una trayectoria profesional con miras a largo plazo.

“El fracaso es la oportunidad de empezar de nuevo, con más inteligencia”. Esta frase de Henry Ford, fundador de la marca de automóviles que lleva su apellido, resume la actitud que hay que adoptar ante un fallo empresarial.

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Luego de descubrir si un colaborador tiene potencial, las empresas deben asignarle tareas que logren su desarrollo a futuro, comenta Luz Chang-Navarro, de HayGroup Perú. De lo contrario, solo será una “foto de sus habilidades”.