El plan lanzado por el gobierno del presidente Mauricio Macri intenta reemplazar al que denominaba “lluvia de inversiones” desde el exterior. El diluvio no se produjo y el “blanqueo o exteriorización” al menos permite cobrar al fisco un porcentaje de impuestos sobre lo declarado.

El plástico es emitido a nombre de una persona, pero la deuda será pagada por otra cuyo objetivo es ‘blanquear’ dinero proveniente de actividades ilícitas.

La medida del Gobierno argentino tiene como objetivo intentar atraer los dólares que están fuera del sistema.