Anders Fogh Rasmussen consideró que para mantener el impulso del proceso diplomático y político “es esencial” que la opción militar siga sobre la mesa.

Para el organismo, si se deja pasar por alto esa acción y no hay una reacción se “enviaría una señal peligrosa a los dictadores de todo el mundo”. “Necesitamos una respuesta internacional firme para evitar futuros ataques de ese tipo”, dijo.

No obstante, el secretario general del organismo culpó al gobierno de Bashar al-Assad del presunto ataque químico perpetrado contra civiles en Damasco. “Se requiere un cinismo inimaginable para creer que la oposición es renposable”, dijo.

El organismo expresó su rechazo a esa práctica y manifestó que “la comunidad internacional ya ha dejado claro que cualquier uso de armas químicas es completamente inaceptable”.