¿El Negroni se pone de moda? El cóctel italiano con aroma, suavidad y amargura
El aperitivo que fusiona gin, vermú y Campari es el preferido del público masculino que supera los 40 años.
Por: Sandra Vargas Gutiérrez
La historia del Negroni surgió en los años 20 en Café Casoni, un centro de reuniones de la aristocracia florentina. Un cliente habitual de este local fue el conde Camilo Negroni, quien solo ordenaba cócteles americanos, hechos con Campari y martini rosso.
Un día, cansado del mismo sabor, le pidió al bartender una adaptación con ginebra, bebida que había conocido en Londres.
Rápidamente, la variación encantó a la alta esfera italiana. Y, con el paso de los años, llegó a otras ciudades de Europa.
Arribo al país
El Negroni, compuesto de gin, vermú y Campari, ya lleva algún tiempo en las cartas de los bares peruanos. Sin embargo, recién en los últimos años ha sido solicitado recurrentemente.
“El Negroni es como un poema: el gin aporta perfume y aroma; el vermú suavidad y complicidad; y el bitter, a cargo del Campari, amargura y color rojizo”, comenta Miguel Casaverde, jefe de bar de Sukha.
En tanto, Yordy Rosas, jefe de barra de La Destilería, indica el motivo por el que las personas hoy exigen más esta bebida: “La gente ahora está viajando más al exterior, donde se consume Negroni. Por eso, cuando vuelven al Perú, quieren seguir tomándolo. Son ellos quienes pidieron incluirlo en la carta”.
Otros detalles
El Negroni tiene la función de abrir las papilas gustativas, por lo que lo convencional es ordenar un vaso antes de disfrutar un plato de comida, salvo excepciones.
Además, pese a su amargura, el Negroni posee menos grados alcohólicos que un pisco sour. Pero, igual, es recomendable tomar dos vasos por noche como máximo, alternándolos con agua.
Esta bebida –cuyo precio varía entre los S/ 25 y S/ 30 en bares limeños – hoy es más consumida por hombres que superan los 40 años. Y los bármanes de Sukha y La Destilería sostienen que en una “gran noche” pueden llegar a preparar entre 10 y 15 Negronis para este sector.