La mejor chef del mundo fusiona el arte con la sostenibilidad
La base de la cocina de Dominique Crenn es la “poesía culinaria”. Tiene dos locales y pronto abrirá un bar de vinos.
Por: Sandra Vargas Gutiérrez
Desde su lanzamiento, en el 2002, la lista “Los Mejores 50 Restaurantes del Mundo” ha incorporado progresivamente rankings segmentados, como el de los restaurantes latinoamericanos más destacados y el de las chefs femeninas más sobresalientes.
Esta última categoría ya suma cuatro años, siendo Dominique Crenn la última ganadora tras ser seleccionada por más de 1,000 críticos culinarios y chefs de la Academia Diners Club.
Dominique es francesa, tiene 51 años y dos restaurantes en San Francisco, Estados Unidos. “Atelier Crenn” – al que ella califica como “artístico, cerebral y caprichoso” – y “Petit Crenn”, que ofrece “comida confortable”. Además, en abril inaugurará en la misma ciudad “Bar Crenn”, un bar de vinos que mantendrá la base de los dos primeros.
Arte y cuidado
La filosofía de los negocios de Crenn es la “poesía culinaria”, plasmada a través de menús escritos como poemas y detalles coloridos. Ello le valió que medios como The New York Times y Bloomberg califiquen su cocina como “encantadoramente artística” y “laboratorio de alimentos estimulantes”, respectivamente.
Pero, más allá del arte, es prioridad de Dominique respetar en su cocina la sostenibilidad. Así asegura que los agricultores que cultivan ingredientes orgánicos (y no los chefs) sean quienes deben determinar el gusto de todos sus platos.
Detrás de los potajes
Cuando era niña, Crenn visitaba continuamente restaurantes de París junto a su padre, Alain Crenn, un político y pintor, de acuerdo a El País. Entonces, comenta, empezó a apreciar la personalidad de cada plato, aunque no siempre quiso ser chef. Estudió Economía y Negocios Internacionales, y a los 21 años se mudó a San Francisco en búsqueda de un futuro, que terminó encontrando en la cocina.
Se inmiscuyó en los fogones de reconocidos hoteles y llegó a ser la primera mujer chef ejecutiva de Indonesia, mientras que en el 2009 ganó el concurso de televisión “Iron Chef”.
Dos años después obtuvo su primera estrella Michelin por su restaurante “Atelier Crenn”, y en el 2012 llegó otra, convirtiéndose en la primera cocinera de Estados Unidos en conseguir dos para su propio restaurante. Así llegó a la mira de prestigiosos críticos, que el último año decidieron que fuera la Mejor Chef Femenina.