Libido o el secreto de hacer una banda rentable durante 20 años
El grupo nacional presenta su nuevo disco, y repasa los factores que han dado paso a una larga carrera.
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Por: Raúl Castro
La primera vez que Libido tocó fue en La Noche de Barranco. Era octubre de 1996 y convocaron a un grupo de amigos. Así empezó todo, cuenta Salim Vera y Manolo Hidalgo, la dupla motora de la banda.
Cinco discos en estudio, dos premios MTV, son parte de su biografía. “Se puede vivir de la música”, afirman desde la redacción de Gestión.
La premisa es atrevida, pero ellos han hecho de la música una carrera, una profesión. Ahora, están presentado “Amar o matar”, su nueva producción. ¿Cuál es su secreto?
1. Tener un manager
Salim Vera afirma que desde el comienzo el grupo contó con un manager, a quien ellos consideran un músico más. El primero fue ‘Coqui’ Fernández, el segundo Jorge Arriola, quien fue el que trabajó más tiempo con ellos. Fue él quien les consiguió grabar discos, un contrato con Sony, la internacionalización, dos premios MTV y auspiciadores. “Nos cambió la vida”, apunta.
2. Profesionalismo y producto
Manolo Hildalgo sostiene que desde el primer minuto Libido supo que quería hacer de la música una carrera. Esto los obligó a tener disciplina en los ensayos, en los tiempos, en las grabaciones y fijar objetivos. “Como no había muchos sitios para tocar, nos inscribíamos en concursos de rock, siempre quedamos en segundo lugar y eso nos motivó a exigirnos más”, añade y ríe.
3. Inversión para ganar
“Todo en esta vida cuesta, nosotros hemos invertido mucho en la banda”, señala Salim Vera, quien añade que una de sus estrategias fue buscar auspicios. Hidalgo sostiene que uno de los principales gastos de la banda está en el sonido, lo que implica calidad de equipos. Para “Amar o matar”, su sexto disco, la mitad de los costos se fueron en la mezcla y la remasterización del audio, que se hicieron en México.
4. Recursos y ahorro
Salim Vera considera que las bandas deben tener un producto que mostrar, de allí la necesidad de editar discos. Antes de “Amar o matar”, el grupo publicó cinco álbumes, pese a la piratería. “Una banda que no graba se vuelve repetitiva, se puede diluir en el tiempo”, apunta. Recién a partir de una producción es vital salir a tocar. Al año la banda hace cerca de 40 shows, de los cuales solo 15 son en Lima el resto es provincia. “Allí hay un interés mayor por el rock y disposición a pagar más por una entrada”. Los conciertos, antes que las regalías por sus canciones y los discos, son su principal ingreso. Un detalle: la banda ahorra. Cuenta con un fondo que varía, apuntan.
5. El factor digital
Libido tiene más de un millón de seguidores en el Facebook. Las redes se han vuelto una herramienta crucial en un mundo digitalizado. El disco físico de “Amar o matar” no está en físico, debe aparecer en marzo, junto con el show que harán para darle la bienvenida a la nueva producción. Hidalgo destaca que las seis canciones del disco ya están en la plataforma virtual CD Baby y luego irá a Spotify y iTunes. La tarea implica tener también una producción audiovisual. En su Facebook, ya aparece un video del primer tema del nuevo disco. Luego, vendrá el videoclip.
6. Admitir que no hay una industria
Manolo Hidalgo sostiene que el mercado de rock en el país es incipiente. Incluso, hoy atraviesa un ciclo bajo. Este detalle está al margen del talento y de las bandas, que sí existen. Bajo esta premisa, Salim sostiene que no hay una adecuada distribución de discos, por lo que para ciertos grupos la piratería es una oportunidad de hacerse conocido, el otro gran problema es el poco acceso a la radio. Este quizá es uno de los principales retrocesos que observa la banda en estos 20 años de carrera. “No hay una industria del rock, cada grupo baila con su propio pañuelo”, agrega. Ambos músicos coinciden que sí hay una industria es a nivel de la cumbia. “El Grupo 5 cobra muchísimo más que nosotros”, reflexiona Salim.