Larry Ellison (Lanai, Hawai). El multimillonario de Oracle, Lawrence J. Ellison, compró casi la totalidad de la isla hawaiana de Lanai en el 2012 por unos US$ 300 millones. Él planea transformar su 98% de las 141 millas cuadradas de la isla, conocida como "la isla de la piña" (otrora considerada como el principal proveedor mundial de piñas) en un destino turístico de primer nivel y un mejor lugar para la gente que vive ahí, todo de una manera económicamente viable y totalmente ecológica, según informes de prensa. Los objetivos de una de las personas más ricas del mundo para "un Edén próspero y sostenible en el Pacífico" incluyen energía renovable generalizada y puntos de recarga para autos eléctricos así como el cultivo y exportación de productos gourmet y la creación de bodegas orgánicas. Además el perfume se hará de la manera tradicional, como en Francia, de las flores.
Ted Turner (Isla de St. Phillips, Carolina del Sur) Ted Turner y su familia y amigos han disfrutado de la navegación, pesca y el entretenimiento durante más de 35 años en St. Phillips, en la costa de Carolina del Sur, cerca de los puertos históricos de Charleston y Savannah. La isla virgen, protegida por derecho de conservación con The Nature Conservancy, cuenta con 70 acres de playas de arena blanca, que se extienden a lo largo del Océano Atlántico, un bosque marítimo, estanques, pantanos e incluye peces y vida silvestre. "Poco ha cambiado aquí en siglos", según Private Islands, que cuenta actualmente con la propiedad de 4,680 acres para venta en unos US$ 23.8 millones, para que otra familia puede formar sus propios recuerdos, opina Turner, y "disfrute de este oasis natural tanto como nosotros lo hicimos".
Richard Branson (Isla Necker, Islas Vírgenes Británicas) Por suerte para nosotros, algunos multimillonarios les gusta compartir. Desde el primer momento en 1978 cuando Sir Richard Branson visitó la isla de Necker, los 74 acres de Edén del Caribe en las Islas Vírgenes Británicas, él tuvo la visión de crear un retiro exclusivo. "Necker Island es mi hogar y refugio favorito", dice Branson en la página web del complejo. "Los invito a explorar este paraíso de isla idílica por sí mismos y sean inspirados por su belleza". Los precios para visitar la isla en el 2016 comienzan a partir de US$ 16,460 por pareja para una estancia de cuatro noches en el Templo del Amor; y US$ 29.960 por pareja por 7 noches. Pero no todo se trata de "lujo mientras anda descalzo". La isla está comprometida con el desarrollo sostenible, la comunidad local y la independencia de energía.
Richard Branson (Isla Moskito, Islas Vírgenes Británicas) A solo dos millas y un corto viaje en barco desde la isla Necker, Richard Branson sigue compartiendo su “cariño” en la isla de Moskito, la propiedad en las Islas Vírgenes Británicas que adquirió en el 2007 y que desde entonces ha transformado en un lujoso resort. "Bienvenido a su propio paraíso privado", escribió Branson, en referencia a la zona de recreo de la isla y la Branson Estate de tres villas que ya está disponible para reservar de forma exclusiva. Pero todo este aislamiento en un espacio de cielo tropical virgen tiene un precio. Las llegadas en el 2016 le costará US$ 47,300 por noche (US$ 2,150 por persona, por noche) para 22 invitados.
John C. Malone (Sampson Cay, Bahamas). Algunos multimillonarios compran islas y las abren al público. Otros hacen exactamente lo contrario, como John Malone, el multimillonario magnate de las comunicaciones que compró Sampson Cay en las Bahamas, una de 365 pequeñas islas en la cadena de Exuma, un archipiélago que comienza a 35 millas al sureste de Nassau. La isla albergó el Sampson Cay Club, un complejo con cinco villas, un restaurante y un puerto deportivo. Pero fue sacado de uso comercial en agosto del 2013 para su renovación y no se volverá a abrir de forma comercial; Sampson Cay será el paraíso privado de las Bahamas de Malone para disfrutarlo con su familia y amigos.
Ekaterina y Dmitry Rybolovlev (Isla de Skorpios, Grecia). Incluso los ricos y famosos no siempre pueden conseguir lo que quieren. Bill Gates, Giorgio Armani y Madonna compitieron entre sí en los últimos años para comprar Skorpios, la isla privada griega de 74 acres en el mar Jónico en la costa oeste del continente, de acuerdo con informes de los medios. La pequeña isla fue el lugar de la muy publicitada boda entre el fallecido magnate naviero Aristóteles Onassis y la ex primera dama de Estados Unidos Jacqueline Kennedy en 1968. Sin embargo, el trofeo en propiedad junto con el vecino islote de Esparta fue a la heredera Ekaterina Rybolovlev, hija del multimillonario ruso Dmitry Rybolovlev en el 2013 por un precio de unos US$ 150 millones.
Dietrich Mateschitz (Isla Laucala, Fiji) Orquídeas silvestres, playas desiertas de arena blanca y "selva sin fin" son solo algunos de los encantos del Pacífico Sur que se ven en Laucala, un refugio de isla privada de siete millas cuadradas convertida en resort que pertenece a al magnate austriaco de las bebidas energéticas, Dietrich Mateschitz. El cofundador multimillonario de Red Bull compró la isla de Fiji de la herencia de Malcolm Forbes, en la década del 2000 y desde entonces ha creado un refugio tropical que ofrece "niveles sin precedentes de lujo y privacidad". Aquí los huéspedes pueden quedarse en villas privadas al estilo de Fiji ubicadas entre cocoteros y rodeadas por selva tropical o con vistas ininterrumpidas del mar; también pueden deleitarse en los restaurantes y bares que ofrecen variadas meriendas; disfrutar de deportes acuáticos, golf y equitación; y conocer de cerca los arrecifes de coral y peces ángel. Cada villa cuenta con su propio buggy para explorar el lugar sin preocupaciones.
Roman Abramovich (Isla de New Holland, San Petersburgo, Rusia). No todas las islas están rodeadas por el profundo mar azul. New Holland, una pequeña isla artificial en un canal en el corazón de San Petersburgo, fue concebida originalmente por Pedro el Grande para la marina y era inaccesible para el público durante siglos, pero ahora está abierta en los meses de verano. La arquitectura y el diseño urbano basado en Nueva York fue conservado por el multimillonario ruso Roman Abramovich (que es dueño de los derechos de desarrollo con un contrato de arrendamiento de 100 años) para reimaginar la isla en un parque urbano y un centro cultural con cafeterías, galerías, tiendas retail, un hotel, oficinas, viviendas, parque público y otros espacios al aire libre, y un museo de arte contemporáneo con una plataforma de lanzamiento de un globo de aire caliente desde el que los visitantes pueden ver la ciudad.
David y Frederick Barclay (Brecqhou, Islas del Canal, Reino Unido) Los amantes de la historia medieval pueden disfrutar de una visita a la pequeña isla privada de Brecqhou en el Canal Inglés, cerca de la costa de Normandía en Francia. Los multimillonarios gemelos británicos David y Frederick Barclay, conocidos por ser muy celosos de su intimidad, compraron la remota isla en 1993. Los hermanos, que fueron nombrado caballeros en el 2000 por su trabajo de caridad y cuyos activos incluyen los principales periódicos y hoteles de lujo, pasaron más de 20 años haciendo trabajos de desarrollo que, según informes de prensa incluyen: un gran castillo con torreones de estilo gótico, piscinas, un helipuerto, un estanque de carpas con un puente modelado en Monet en Giverney, olivos, viñedos y jardines que son refugios para miles de especies de plantas. En el 2012, la isla se abrió al público para excursiones de día.
Louis Bacon (Isla Robins, Nueva York). A veces la idea de comprar una isla comienza con un sueño. Louis Moore Bacon vio Robins Island cuando era un joven de unos 20 años que trabajaba en un barco de pesca de la zona. Años después, en 1993, ya convertido en un empresario de Wall Street, Bacon compró los más de 400 acres vírgenes de bosques, playas y acantilados de la costa de Long Island, a unas 80 millas de Manhattan, por US$ 11 millones para ser utilizados como un refugio de la familia y para restaurar y preservar el hábitat que se fue deteriorando desde hace siglos, según informes de prensa. Los ambientalistas locales de ese entonces describieron la isla como el Valle de Yosemite de la región, la Mona Lisa del East End, y una joya natural rara en una parte del mundo superdesarrollado. Hoy en día, la Fundación Robins Island continúa el trabajo de conservación.