Ferrari 275 GTB/C Speciale podría ser auto más valioso del mundo
Este Ferrari 275 GTB/C Speciale de 1964 podría muy bien ser El Ferrari, el espécimen más raro y más ilustre de una marca basada en la escasez y el conocimiento tradicional.
Por: Redacción Gestion.pe
(Bloomberg) Uno de los coches más codiciados del mundo perdió a su conductor esta semana cuando el millonario Preston Henn de Atlanta, magnate propietario de un mercado de pulgas y aficionado a las carreras, murió a los 86 años.
No lo dude, este Ferrari 275 GTB/C Speciale de 1964 podría muy bien ser El Ferrari, el espécimen más raro y más ilustre de una marca basada en la escasez y el conocimiento tradicional.
También puede ser el primer coche del mundo que rompe la marca de los US$ 100 millones, siempre que pueda llegar al salón de subastas.
¿Qué es a nivel mecánico?
Fundamentalmente, el 275 GTB fue diseñado por Pininfarina, la firma italiana responsable de la carrocería de algunos de los Ferrari y Alfa Romeo más codiciados. Cuando entró en producción, Ferrari acababa de reestructurarse como empresa cotizada en bolsa.
Por primera vez, los coches para carretera y los conductores de autos de fin de semana dejaron de ser vistos exclusivamente como una forma de financiar a los equipos de carreras. Hoy en día, las versiones rojo brillante del 275 GTB se valoran en alrededor de US$2,4 millones.
No obstante, algunas de estas máquinas fueron construidas para carreras y llevan un sello “C” --por “Competizione”-- y “Speciale” (para que nadie lo considere común).
Más cerca de los Ferraris GTO que cautivaron las pistas de Europa a principios de los años 1960, los 275 GTB “especiales” tenían carrocerías más delgadas y una infraestructura más esbelta, una dieta de metal que recortaba en total 300 libras.
Tenían el motor montado más abajo en la carrocería para una mejor manipulación. Con seis carburadores, uno por cada dos cilindros, el coche producía 330 caballos de fuerza. En ese momento, eso era forza con F mayúscula.
¿Qué es a nivel emocional?
Para valorizarse en múltiplos, un coche clásico necesita más que una buena apariencia y estadísticas fuertes; necesita un buen historial de antecedentes, lo que los coleccionistas llaman procedencia.
El Ferrari de Henn cuenta con una buena dosis. En 1965 ganó en su categoría las 24 Horas de Le Mans, el campeonato mundial del automovilismo.
Durante décadas, Henn no mostró interés en vender el automóvil. Más bien, lo exhibió con orgullo en su tienda de segunda mano, un mercado de pulgas gigantesco y complejo de autocine en Fort Lauderdale, Florida (en este momento, está exhibiendo de forma muy apropiada la película El destino de los furiosos.)
Un propietario ligeramente excéntrico tampoco es malo para el valor de un auto (ver: Joplin, Janis), y Henn entra directamente en esa categoría. Además de ser un coleccionista pródigo, este magnate del mercado de pulgas dirigió un equipo de carreras y fue un respetado piloto por derecho propio.
“Hace unos 10 años, recibió una oferta de 35 a 40 millones de euros de un gran coleccionista japonés “, recordó Ron Vogel, amigo y compañero de carreras. “Creo que él respondió: ‘No me hable más’”.
Para Ferrari, fue un cliente dedicado y a la vez un provocador. Vogel dijo que Henn rechazó reiteradamente las propuestas de Ferrari de mostrar el vehículo en su propio museo.
Cuando Fiat Chrysler rechazó su oferta de comprar LaFerrari Aperta ultra-rara (y le devolvió su cheque por US$1 millón), Henn demandó a la compañía por difamación. Finalmente desestimó el juicio, diciendo aRoad & Track: “No se trata del maldito coche”.
¿Qué es a nivel financiero?
¿Cuánto vale el 275 GTB/C Speciale de Henn? Bueno, lo que alguien esté dispuesto a pagar. Brian Rabold, vicepresidente de valuaciones en Hagerty Group, dijo que no tiene la significación histórica a nivel de las carreras de los primeros y codiciados GTO de Ferrari. Pero es un coche mejor y más raro --uno de sólo tres.
En una subasta en 2014, uno de sus gemelos alcanzó US$ 29.4 millones. Rabold dijo que el Speciale de Henn estaría entre US$ 50 millones y US$ 75 millones.