Christian Meier: Era más rentable ser músico en Perú en 1988 que ahora
Considera que hay condiciones para que en 10 años surja una nueva industria de la TV. Se asoció con Tondero para producir películas.
Por: Raul Castro
Christian Meier atiende un enlace telefónico para una televisora de Arequipa. Lo hace desde un cómodo mueble en la sede de Tondero Producciones en Miraflores. Habla de su nuevo disco con soltura. Los últimos días han sido de entrevistas, fotos y promociones.
Han pasado 14 años desde que editara su último disco. Hay un Meier cantante suelto en Lima, hay otro actor que viaja y graba películas y novelas, hay otro que escribe sus letras y ensaya para el show que dará el 14 de octubre. Hay otro Meier que es empresario. Ese es su lado menos popular.
Parece que su operación matemática favorita no fuera sumar, por la velocidad en la que va es multiplicar.
El año pasado, Christian Meier empezó su relación con Tondero, la productora. Fue convocado para la secuela de la masiva “Asu Mare”. Allí empezó todo. Actuó en el filme que convocó a más de tres millones de personas y luego en la premiada “Magallanes”. La productora maneja su carrera en el país, pero también tiene una agencia en Colombia que lo representa y otra, además, en Estados Unidos.
“Siempre he creído que, si quieres hacer las cosas buenas o hacer cosas bien, tienes que juntarte con gente que es mejor que tú”, apunta a Gestión.
¿Cómo es la relación que tiene con Tondero?
Nos hemos asociado para hacer proyectos en el futuro. Uno es, ahora, la producción de mi disco. Lo otro es producir películas. Ya estamos en eso.
Cuando habla de asociarse es que ¿van a compartir riesgos y costos?
Todo. Tenemos una sociedad. El primer trabajo es la producción de mi disco y el show, luego vamos a estrenar una película (Todos los hombres son iguales) el 6 de octubre en Lima, pero que hice en República Dominicana. Aquí haremos la tarea de distribuidores, y estamos trabajando la película que haremos el próximo año.
El acuerdo para producir ¿por cuántas películas es?
Miles, no tenemos límites. Hace dos años tomé la decisión de no grabar más novelas porque me obligaba a tomar mucho tiempo fuera, y ahora he decidido dejar proyectos para dedicarme a la producción de películas.
¿Es ahora un empresario?
Bueno, hace muchos años ya había formado una disquera para producir mi primer disco. Y además tengo una sociedad con Ésika y ya hemos sacado tres fragancias.
Creí que solo era la imagen de la fragancia…
Yo participo y decido también.
Tras 28 años de carrera, ¿cómo se mantiene vigente?
La idea no es solo tener una carrera larga, sino una que no decepcione.
*¿Eso es difícil? *
Era más difícil al comienzo, ahora es más fácil porque tengo una carrera formado, un norte. Hay cosas que yo no haría ahora ni por fama ni por popularidad ni por dinero.
¿En algún momento lo hizo?
Puede que haya hecho algo por dinero, pero no por fama o popularidad. Y por dinero ha sido un asunto de necesidad. A los 25 años ya estaba casado, tenía un hijo. Ha habido momentos en los cuales he tenido que transar y hacer papeles que quizá no me convencían.
¿Va a actuar próximamente?
En octubre me voy a Colombia a grabar una película, pero es una coproducción con Tondero.
Las oportunidades de la TV
Christian Meier había dejado Arena Hash a inicios de los noventa. Estaba decidido a seguir en la música como solista y grabar un disco. Un año más tarde, tenía la producción, pero estaba endeudado.
Había que hacer algo. Un aviso en los diarios lo llevó a presentarse al casting para el papel protagónico de “Gorrión”. Un día más tarde no solo había conseguido trabajo, sino también – sin saberlo– una carrera. “Fue como descubrir una vocación”, señala. Novelas en Panamericana, muchas más en Latina y otras en América, se sucedían sin parar. Así pagó la deuda con el estudio donde grababa su disco.
“Terminábamos de grabar una novela un fin de semana, luego nos citaban para el lunes para arrancar una que no sabíamos de qué se trataba”, confiesa.
A inicios del nuevo milenio, el artista decidido de lleno por la actuación salió del Perú. Su destino fue tocar puertas. Buscaba una oportunidad y esta apareció en Colombia. Un tren de telenovelas y oportunidades surgieron otra vez.
Cuando salió del país, había una industria de novelas, todos los canales las hacían, ahora ya no…
Pero se está retomando. Sé que América tiene proyectos.
¿Por qué podemos ver una novela o serie colombiana, pero las producciones peruanas no son exportables?
Somos muy localistas (…) Nos faltó ambición, pero además creo que el peruano es muy oportunista.
¿A qué se refiere?
De alguna manera, prefiere hacer una miniserie de algún personaje que está de moda, en lugar de hacer una producción de calidad.
Y que no la entenderían en otro país…
No se entendería. No es un problema de guion es un problema de morbo. Se busca la cosa fácil, pero creo que se están haciendo nuevas producciones y en 10 años podría haber una nueva industria. En el Perú hay muy buenos técnicos de TV, pero muy pocas empresas que apuestan.
¿Qué sucedió en Colombia que se convirtió en un mercado para las producciones?
Los dos canales que habían eran del Estado y alrededor de ellos había 20 productoras haciendo contenido de calidad. Aquí las productoras hacían comerciales y los canales Risas y Salsa o la Guardia Serafina, o una novela o una miniserie, pero no se preocupaban de que todo sea de calidad.
¿Cómo ingresan las cadenas a Colombia?
Los canales estatales se volvieron privados y conservaron el buen contenido, por lo que las cadenas buscan a las productoras para que les hagan su contenido. Eso no pasa aquí. Muchas de esas producciones se hacen en Colombia por una cuestión de costos, pero son financiadas por Sony, Disney, Fox y las reparten al mundo.
*El mercado que se fue *
A mediados de los noventa, Christian Meier y los miembros de Arena Hash se reunieron para ponerle fin. Cada uno ya tenía sus proyectos. Si tocaban juntos era porque su manager seguía agendándoles conciertos.
Meier sostiene que llegaron a un momento en que se habían acabado las concesiones. Se pretendían que se toquen canciones en las que no todos estaban de acuerdo.
Los temas del primer álbum de Pedro Suárez nacieron en ese limbo en que se sumió el grupo. Ya años antes de que se separaran, el propio Meier había empezado a trabajar sus temas, que luego saldrían en su primer disco.
“Cuando terminó la banda salí a tocar muchas puertas. Cuando mi primer disco salió ya hacía tres años que lo había grabado, lo llevé a todas las disqueras y todas me dijeron que no, siendo ya famoso”.
¿Por qué decían que no?
Me decían que el disco estaba bien, pero que con mi look debía hacer algo más como Enrique Iglesias y las baladas, otro me decía que no tenía espacio para artistas nacionales. Eso fue en 1995. Lo único que me quedó fue formar mi propia disquera para editar mi disco.
¿Se recuperó la inversión?
Sí, se recuperó la inversión solo con la venta de los discos. Luego, pude seguir grabando, incluso en el extranjero y hacer videos. Las novelas ayudaban para financiar todo. De lunes a viernes grababa y el fin de semana salía a tocar.
¿Qué ha cambiado en el mercado de la música con respecto a los noventa?
Ya no se venden muchos discos, nosotros los sacamos por una cuestión más romántica. Otro cambio es que cada vez, y suena a cliché, hay menos apoyo de la radio.
¿Menos que hace 20 años?
Hoy suenan en la radio, y es cruel decirlo, solo los que pudieron pegar o consagrarse hasta hace diez años. Se escucha Pedro, Libido, Mar de Copas, Micky González, pero no se escucha nada de lo que últimamente se está haciendo.
Entonces, ¿no hay una industria de la música?
Siempre la hubo, pero siempre fue muy incipiente, pese a que hay una gran cantidad de bandas y solistas y creo que hay una demanda de música peruana. En el año 1988 cuando salían los discos de Arena Hash era más beneficioso.
¿Era más rentable ser músico en 1988 que ahora?
Mucho más, por varios motivos, regalías porque sonabas en la radio, había más shows en Lima como en provincia cada semana. Había tiendas de discos, donde había secciones grandes de grupos nacionales. Había 50 artistas que sonaban en la radio, que hacían videos, ya para todos había un público. Hoy hacen un festival donde tratan de meter a 10 bandas en una noche, antes una sola banda en provincia podría llevar miles de personas.
¿Qué pasó?
Creo que el fenómeno en los noventa de la cultura chicha en radio, televisión y, en general, en la calle trajo abajo la industria musical moderna e hizo resurgir la música tropical.