Los “almuerzos perdidos” en la oficina, un conflicto que puede combatirse de raíz
La confianza y el respeto por el resto de colaboradores se pueden resquebrajar cuando ocurren estas situaciones, donde urge la intervención de un líder.
Por: Sandra Vargas Gutiérrez
La refrigeradora de la oficina y su contenido pueden ser tema de discusión cuando se quiebra el respeto a los demás. Y es que, en varias empresas, alguna vez ha “desaparecido” misteriosamente algún táper de comida o un alimento.
Esta situación, por banal que suene, puede dañar el clima laboral: mientras el afectado se enfada por la pérdida de su almuerzo, el entorno puede sentirse acusado injustamente si se denuncia el hecho. Y todo, en conjunto, resquebrajaría la armonía en el equipo.
Aquí, el problema base es el comportamiento de quienes toman alimentos, táperes o productos ajenos de la refrigeradora o cualquier otro espacio común para todos los colaboradores. Ello involucra ausencia de valores como el respeto, la honestidad y el trabajo en equipo.
“Una de las principales variables es el nivel de confianza que llega a establecerse entre los miembros de la oficina. Esto es básico para compartir luego normas de convivencia”, sostiene Martín Otiniano, profesor de la Escuela de Postgrado de la Universidad del Pacífico.
Pero si ocurre la “pérdida” de una comida, ¿cómo deben actuar los colaboradores? Alfredo Torero Navarro, gerente general de Alto Consultores, indica que lo esencial es denunciar públicamente el hecho.
“Con esta acción se puede conocer si otras personas también fueron víctimas. Si les ocurrió, hablarán y se podrá evaluar un comportamiento generalizado. No se debe callar este problema”, explica.
Personaje especial
En la confrontación pública ante esta situación, hay una persona que debe estar presente: el líder, quien, normalmente, suele ser el jefe.
“A veces ellos suelen ser ajenos a estas situaciones, están por encima o lejos de lo que ocurre dentro de la oficina, por lo que la comunicación del problema resulta vital para tomar medidas”, comenta Torero Navarro.
De esta manera se pueden ordenar las reglas de convivencia. Otiniano precisa que “así como establecemos reglas en nuestro hogar como padres en los aspectos domésticos a compartir, los líderes tienen que hacer algo similar en la oficina”.
Sin embargo, si una “pérdida” llega a repetirse, los especialistas recomiendan colocar cámaras de seguridad en áreas claves. Puede ser una medida extremista, pero contribuiría al clima laboral.