Presidente Kuczynski:“No creo que nadie se atrevería a vacarnos”
PPK admite que en su bancada hay quienes creen ser los primeros violinistas de la orquesta, cuando solo se necesita de uno. Reconoce problemas de comunicación.
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Por: Julio Lira
Julio Lira
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Raúl Castro
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Javier Prialé
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La salida de Jaime Saavedra del Gabinete cambió el ajedrez político. Una interpelación, un mensaje a la Nación y al final una censura con resultado previsible obligó al presidente Pedro Pablo Kuczynski a dar nuevos pasos.
Así surgió la primera reunión con Keiko Fujimori, a quien no veía desde el último debate presidencial.
“Creo que lo importante es crear un buen ambiente, colaborador y no un ambiente de enfrentamiento que es un poco lo que había, lo que se desarrolló en estos últimos dos meses”, señala PPK, al referirse al tren de citas con los partidos políticos que ha encabezado, entre Palacio de Gobierno y en su domicilio.
El mandatario señala que antes de la censura a Saavedra la relación entre el Ejecutivo y el Congreso era mejor. Recuerda entonces, mientras bebe con calma una taza de té, los poderes extraordinarios que le delegó el Parlamento en setiembre, el voto aprobatorio del Gabinete un mes antes, y la luz verde que consiguió su propuesta de presupuesto.
¿Qué tan satisfecho lo dejó la reunión del lunes con la señora Keiko Fujimori?
Diría que fue una muy buena reunión. Se rompió un poco el hielo, que no lo causé yo, pero por lo menos llegamos a decir que estamos de acuerdo en ciertas cosas. Me quedé contento.
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¿Qué resultados puede esperar la ciudadanía, por ejemplo, en el verano, luego de estas reuniones?
Lo importante es que el aparato Legislativo está, el Gabinete está, el presupuesto está. Lo que faltaba para el empresariado era un voto de confianza, decirle: vamos a trabajar todos juntos, nuestra actividad no es el enfrentamiento. Creo que vamos a ver una mejora sustancial con el descanso normal del verano (ver nota vinculada).
A eso se agregan factores reales. El efecto Trump en los mercados de metales ha sido muy bueno. Tenemos que sacar adelante algunos proyectos importantes, por ejemplo, Quellaveco, Tía María, ojalá Galeno, porque el Perú necesita una nueva mina cada dos o tres años y mantener el billete verde para progresar.
Cuando se censuró a Jaime Saavedra hubo la percepción de que usted no podría llamar a profesionales de alto nivel. ¿Usted cree que ahora podrá convocarlos?
Absolutamente. La acusación a Jaime Saavedra fue injusta y así lo percibe el grueso de los encuestados, y por eso ha bajado el prestigio del Congreso. No hay ningún problema en eso.
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Mar de papeles
Pedro Pablo Kuczynski sabe que el 2017 es clave. Esta semana que viene será compleja. El miércoles y jueves, el Gabinete debatirá un nuevo paquete de decretos, a propósito de las facultades obtenidas. Hay mucho debate en el Consejo de Ministros, admite PPK.
En el escritorio de su oficina hay un mar de papeles. La figura del presidente parece ser vista como la de un hombre capaz de resolverlo todo. Kuczynski abre un fólder y nuestra una carta en inglés enviada por una mujer desde el extranjero, donde le pide excarcelar a su hijo, preso en el penal Castro Castro.
¿Cuáles son las tres cosas que usted quiere que se logren para el 2017?
Vamos a crecer cerca del 5% el año que viene. No creo en todas esas proyecciones de que se va a crecer 4.2% o 4.4%. Aquí habrá una reactivación de la inversión privada, el destrabe de algunos proyectos. Los proyectos de agua que ya los tenemos superclaritos, la mayoría están licitados. Diría que el 95% de los 52 más importantes. En total son 170.
¿Quiere decir que en el 2017 inaugurará diversos proyectos de agua?
A mí no me interesan las inauguraciones, a me interesa que la gente tenga agua.
¿Cuál sería el tercer objetivo a cumplir en el 2017?
Lo importante es que salgan adelante o el gasoducto del sur, que creo que sí va a salir, o el tren de cercanías cuyo estudio ya se va a iniciar ahora o que se arregle la Línea 2, que está bien atracada. Tenemos el proyecto del aeropuerto de Chinchero que estaba completamente atracado, se ha desatracado y la ampliación del aeropuerto Jorge Chávez que está 100% desatracado.
¿Por qué no le interesan las inauguraciones de las obras?
A mí lo que me interesa es construir, no inaugurar. Esas son tonterías.
Pero es un tema de imagen. La gente ve la obra terminada y al presidente allí y siente que ha cumplido.
El problema es que las inauguraciones en el Perú están muy devaluadas. Humala inauguró el teleférico de Kuélap, puso la primera piedra y no había teleférico. Ahora recién lo hay. Alan García inauguró el nuevo Hospital del Niño y hasta el día de hoy no funciona.
Por eso a mí no me interesa devaluar mi nombre y reputación inaugurando proyectos que no andan. Tengo un buen ejemplo de eso; que es la mina Cobriza. Ustedes pueden ir a Cobriza y allí van a ver mi nombre puesto en 1981. Cuando llegué allí y como había sido jefe de minería de Alcoa conocía algo del tema y les dije que estaban en la parte equivocada del yacimiento y la mina debería estar en otro lado. Y no me equivoqué.
A mí no me interesan las inauguraciones, me interesa que se haga la obra.
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¿Cuándo cree que estarían en marcha los 13 megaproyectos a los que ha dado prioridad?
El ducto del sur está en marcha. El proyecto del aeropuerto de Chinchero, creo que pasada la temporada de lluvias se empezará con el movimiento de tierras, ya está todo acordado (falta la firma la adenda). El proyecto del aeropuerto Jorge Chávez ya está en marcha, basta pasar por allí y ver. La carretera Pisco-Chincha ya está y la Autopista del Sol también está en marcha.
¿Cree que el Gobierno va a la velocidad que quisiera?
Quisiera ir mucho más rápido. Lo que nos impide es que heredamos un déficit fiscal más grande de lo que se pensaba. Heredamos 80,000 burócratas que contrató el Gobierno pasado que no deberían estar allí y todo el mundo sabía lo que habían heredado.
¿Pero no se sabía al inicio? El fujimorismo incluso le pidió que explicara la realidad.
Lo que pasa es que toma bastante tiempo percatarse de las cosas. El ministro de Economía anterior, que trabajó para mí y a quien quiero y respeto mucho, dijo que el déficit era mucho menos de lo que es. La situación de Petroperú era una maravilla y no lo es. La evaluación toma tiempo, tiene que haber auditorías. Siempre hay un ajuste que toma entre seis meses y un año.
Después de cinco meses ¿tiene alguna autocrítica?
Diría que lo más malo que hemos hecho es no explicar bien lo que estamos haciendo. Por ejemplo, están las medidas legislativas que hemos dado y las que vamos a dar en los próximos días. Pero, paro a cualquier persona que pasa por esta calle que se su supone es la más informada y le pregunto sobre una medida que sacó el Gobierno desde que empezó, nadie sabe. Tenemos un problema de comunicación.
¿Cómo resolverá este punto?
Voy a sacar, una vez que esté terminado todo, una separata en El Peruano, explicando todas las medidas y qué se ha hecho.
¿Admitiría también que hay un problema de comunicación entre el Gabinete y la bancada?
No.
¿Está seguro de eso?
Estoy seguro. Lo que pasa es que es una bancada donde hay muchos primeros violines y cada uno dice su cosa y con el tiempo se van a dar cuenta que todos los de la orquesta no pueden ser primeros violinistas.
Pero usted es el director de la orquesta…
Pero no soy el director de la bancada.
Estos primeros meses, ¿fueron más difíciles de lo que creía?
No, para nada. Hay que pensar que en la primera vuelta en que se elige el Congreso nosotros sacamos el 22% de los votos, Keiko (Fujimori) sacó 44%, pero ella tiene cuatro veces más congresistas que nosotros. Es decir, hay algo en el sistema electoral que no es proporcional y eso no está bien.
¿Usted considera que eso debe cambiar?
No sé si debe cambiar, porque en sistemas como el de Italia, en la segunda vuelta al que gana le dan 50 curules más. Pero ese es un sistema artificial también.
¿Tiene usted temor a que lo vaquen?
No temo nada de eso, de ninguna manera. Nosotros tenemos una reputación internacional que muy pocos tienen. Hoy, basta con leer el WSJ, Washintong Post o The Economist. No creo que nadie se atrevería a vacarnos por razones políticas.
*¿Le preocupa la percepción de la calle, la caída de su
popularidad?*
No es una caída tan brusca, es la caída Moreno (el exasesor presidencial) que fueron 10 puntos y básicamente nos hemos quedado allí. Hemos regresado a donde estábamos el día después de la elección.