Editorial: Mala calidad

“Más de la tercera parte de limeños trabaja menos o gana menos que los adecuadamente empleados”.

Por: Redacción Gestion.pe

EMPLEO. El elevado nivel de informalidad en la economía peruana imposibilita que las estadísticas laborales sean completas y muestren la verdadera situación que viven los trabajadores. Lo que está disponible solamente abarca Lima Metropolitana (que incluye al Callao) en el caso de los datos que recopila el INEI, mientras que el Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo (MTPE) solamente cubre empresas de 10 a más trabajadores en todo el país.

Un análisis como el que publicó el BCR en su Reporte de Inflación de junio, referido a la informalidad laboral en el periodo 2004-2015, no es frecuente, pero sí ayuda a entender la precariedad del empleo en el Perú. En las ciudades, la informalidad laboral fue de 62.7% el año pasado, mientras que en el ámbito rural alcanzó al 92% de la PEA ocupada. El estudio considera informales a los trabajadores que no están afiliados a Essalud y toma como fuente las encuestas nacionales de hogares que realiza el INEI.

Pero la informalidad no es el único problema que necesita ser resuelto, pues también figura el subempleo, que está ligado al anterior. Como mencionamos, los datos de este indicador solo están disponibles para Lima Metropolitana y reflejan la baja calidad del empleo capitalino. En efecto, el 35.5% trabaja en condiciones de subempleo, ya sea “visible”, porque labora menos de 35 horas semanales, o “invisible”, porque percibe ingresos que no cubren el costo de la canasta mínima de consumo.

Estos datos corresponden al trimestre móvil julio-setiembre, y además de mostrar que más de la tercera parte de limeños trabaja menos o gana menos que los adecuadamente empleados, también evidencian que el empleo de mala calidad crece más: 3.5% en el periodo analizado, comparado con el incremento de apenas 0.2% de los que trabajan en buenas condiciones. De hecho, las contrataciones en este último grupo se mantienen estancadas desde mayo.

Debido a que no existen estadísticas actualizadas del subempleo a nivel nacional, es imposible conocer la situación de los trabajadores en las llamadas “provincias”, pero nos aventuramos a suponer que no es mejor que la de sus pares limeños. También es de suponer que la esperada reactivación de los sectores no primarios, como comercio, manufactura y construcción, podrá impulsar una reducción del subempleo. Para terminar, un dato recogido por el MTPE: el empleo a nivel nacional en la construcción cayó 29% en julio.