El editorial de Gestión: “Todavía son discriminadas”

En cualquier ámbito laboral, las mujeres se ven obligadas a alistarse para muchas alfombras rojas, puesto que el papel que la sociedad les ha asignado es el de estar siempre “regias”: ellas adornan la oficina y ellos toman las decisiones.

(USI)

Por: Redacción Gestion.pe

AGENDA PENDIENTE. “¿Haces lo mismo con los hombres”?, le preguntó la actriz australiana Cate Blanchett al camarógrafo que realizaba un detallado “paneo” por su vestido, joyas y peinado en una alfombra roja. Y el domingo, tras recibir su segundo Óscar, les recordó a los productores que las mujeres también pueden participar en películas que hacen dinero.

Pero ese morboso escrutinio no solo ocurre en el cine. En cualquier ámbito laboral, las mujeres se ven obligadas a alistarse para muchas alfombras rojas, puesto que el papel que la sociedad les ha asignado es el de estar siempre “regias”: ellas adornan la oficina y ellos toman las decisiones. Esto puede sonar crudo, pero las estadísticas evidencian que la discriminación de género está muy presente, sobre todo en países subdesarrollados como el nuestro.

Empecemos por la brecha salarial: según datos del INEI para el 2012, los trabajadores varones de la costa urbana recibieron 49.5% más ingresos por remuneraciones que las mujeres, aunque en Lima Metropolitana esa brecha era menor (41.9%). Si bien el rol femenino en nuestra economía está ganando importancia, todavía es claro que su aporte sigue siendo menos valorado que el de sus colegas del sexo opuesto.

Vayamos más arriba, a los cargos ejecutivos y directivos. Un estudio de la consultora LHH-DBM Perú revela que las posiciones gerenciales son ocupadas en su gran mayoría por hombres (la proporción es algo mayor de 2 a 1) y que la diferencia se acentúa en el caso de las gerencias generales (3 a 1). Cabría preguntarse si estos números se explican por la escasez de ejecutivas con capacidad para asumir mayores responsabilidades o si, más bien, esconden la aplicación de criterios discriminatorios.

Es que a pesar del avance que el país está logrando en materia económica, todavía se encuentra rezagado en lo social y cultural, y una de nuestras mayores taras es seguir desconfiando de las mujeres, atribuyéndoles debilidades que les impedirían hacerse cargo del negocio. En otras palabras, no hemos podido sacudirnos nuestra mentalidad machista.

Mañana se celebra el Día de la Mujer. Consideramos que en lugar de tanto discurso y ceremonias, comencemos a preguntarnos qué han hecho los países socialmente más avanzados para eliminar la discriminación –de género y de todo tipo– y comenzar a seguir su ejemplo.