Editorial: Desiguales
Con respecto a la desigualdad de género, la información es muy desalentadora: el ingreso per cápita masculino es de US$ 13,977 y el femenino, US$ 8,040.
Por: Redacción Gestion.pe
Desarrollo humano. Atención, candidatos presidenciales: el país que quieren gobernar (o volver a gobernar) no está haciendo grandes progresos en brindarle a su población las oportunidades necesarias para mejorar su nivel de vida. Asumimos que ya lo sabían, aunque por las propuestas que plantean para salir del subdesarrollo, nos atrevemos a pensar que no entienden el problema o que no están al tanto de los diagnósticos que se han hecho al respecto.
Desde hace 25 años, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) calcula el Índice de Desarrollo Humano (IDH), el cual se centra en tres dimensiones básicas: tener una vida larga y saludable, contar con la capacidad de adquirir conocimientos y poseer los medios para lograr un nivel de vida digno. El IDH más reciente fue publicado hace un mes y el del Perú se ha reducido respecto del 2014: de 0.737 a 0.734 (el máximo es 1.0). Además, caímos un puesto, al 84 (de un total de 188 países).
Como las comparaciones son odiosas, especialmente con nuestros vecinos más aventajados –ni hablar de los países desarrollados–, mejor concentrémonos en algunos indicadores del IDH como la pobreza, la educación y la desigualdad de género.
En cuanto al primero, el PNUD calcula la pobreza multidimensional, que utiliza el criterio de las carencias en tres pilares básicos: salud (nutrición y mortalidad infantil), educación (años de escolaridad y matrícula) y estándar de vida (combustible utilizado para cocinar, acceso a agua, alcantarillado y electricidad, tipo de piso del hogar y posesión de bienes). En el Perú, el 10.4% de la población vive en condiciones de pobreza multidimensional y el 12.3% está cerca de esa condición, pues enfrentan entre dos y tres carencias.
En educación, los datos más reveladores incluyen un 6.2% de población analfabeta, un 26.1% de alumnos de primaria que abandonan sus estudios y apenas un 15.7% de la fuerza laboral que tiene estudios superiores. Con respecto a la desigualdad de género, la información es muy desalentadora, aunque bastaría con esto: el ingreso per cápita masculino es de US$ 13,977 y el femenino, US$ 8,040. La inequidad general de ingresos también es preocupante, pues nuestro coeficiente de Gini es 0.453 (la igualdad perfecta es un coeficiente de 0).