Luis Seminario: “Los jefes tenemos que nutrirnos del optimismo de los millennials”
Luis Seminario, gerente general de Tambo, asegura que las ganas de sobresalir de los colaboradores más jóvenes benefician al resto del equipo. En su tiempo libre, disfruta de ir al gimnasio, leer libros de historia y viajar.
Por: Sandra Vargas
Más de 70 personas trabajan en la oficina de apoyo de la cadena Tambo. La cifra asciende a 1,000 en un total de 170 tiendas. Allí, la mayoría de colaboradores son ‘millennials’, aspecto que Luis Seminario, gerente general, considera positivo.
Para él, los más jóvenes irradian energía y ayudan en la innovación en diferentes rubros. Por ello, ocupa parte de su tiempo laboral (especialmente los viernes) para visitarlos en las tiendas y compartir tiempo con ellos.
¿Cómo es el trabajo frente a un gran equipo de ‘millennials’?
Es interesante. Ellos han crecido en otro Perú y ven las cosas diferentes, por lo que debemos actualizarnos respecto a sus necesidades y saber comunicarnos.
¿Qué puntos positivos rescata de esta generación?
Yo creo que los jefes debemos nutrirnos del optimismo de los ‘millennials’. Ellos tienen unas ganas de sobresalir que se propagan en el resto. Ven las cosas y el mundo de una manera diferente.
¿Qué valores considera que tiene para liderar su equipo?
Las claves en este cargo son la transparencia y enseñar con el ejemplo. Además, uno debe estar abierto a nuevas ideas y tener en cuenta el componente de innovación, importante en cualquier negocio. Sobre todo en este en particular, que se dirige a un público bastante joven.
¿Cómo acercarse a tantos colaboradores ‘millennials’?
A mí me encanta ir a las tiendas donde trabajan y conversar con los chicos. Todos los viernes salgo a visitarlos. Veo realmente si lo que trabajamos en la semana se lleva a cabo, qué hemos mejorado y qué falta trabajar.
¿Cómo es su rutina de trabajo?
Varía, pero una de las funciones que tengo es tratar de que todos trabajen en armonía y que los objetivos específicos de cada área comulguen. Somos bastante unidos en la empresa.
¿Cómo lo nota?
Por ejemplo, en los últimos partidos de Perú, le dimos permiso al equipo para que pueda irse temprano a verlo en casa. Sin embargo, más de la mitad de los colaboradores quiso quedarse a verlo en el trabajo e hicimos una parrillada con todos.
¿Se considera un jefe de puertas abiertas?
Sí, mis puertas siempre están abiertas. Así, trato de conocer un poco más al equipo. Es un esfuerzo, porque son muchos, pero se retribuye con la confianza.
¿Le resulta costoso desconectarse del trabajo?
Cada vez menos, aunque el celular siempre lo tengo prendido porque operamos muchas tiendas, varias durante 24 horas y todo el año. Pero cada vez mi teléfono suena menos, y eso es un buen síntoma.
¿Cuáles son sus pasatiempos?
Me mucho gusta mucho hacer deporte, jugar tenis o ir al gimnasio. Trato de ir en las mañanas, cuando uno puede dominar su tiempo, unas cinco veces a la semana. Es una buena forma de liberar el estrés, al igual que con otras actividades.
¿Como cuáles?
Leer, por ejemplo. Me gusta mucho hacerlo, aunque cada vez lo hago menos. Leo historia, sobre todo. Tengo facilidad para recordar fechas. Siempre fui bueno para ese curso cuando estaba en el colegio. También me relaja mucho viajar.
¿Y ya ha pensado cuál sería su próximo destino?
Me encantaría ir a la India. Es uno de mis proyectos. Hace poco, estuve por trabajo en Japón, Taiwán y Corea, y fue increíble conocer sus culturas. Quisiera conocer más y probar más tipos de comida.
¿Cuáles son sus platillos favoritos?
Creo que me inclino por la comida criolla y la marina. Tengo amigos de otros países que vienen a visitar el Perú y los llevo a diferentes restaurantes para que conozcan nuestra comida.