General Electric superó último obstáculo francés para adquirir Alstom

El último obstáculo fue el acuerdo de ayer por parte del accionista de Alstom, Bouygues SA, de vender una participación de 20% al Estado francés.

(Foto: Reuters)

Por: Redacción Gestion.pe

(Bloomberg).- General Electric Co. consiguió su mayor adquisición de la historia, la compra por US$ 17,000 millones de los activos de energía de Alstom SA, luego de la resolución de la última condición fijada por el gobierno francés para el acuerdo.

El máximo responsable ejecutivo, Jeffrey Immelt, que está a punto de cumplir 13 años en su puesto, se impuso a una oferta de Siemens AG y a la oposición francesa inicial.

Comprar las operaciones con turbinas de gas de Alstom y crear alianzas empresariales en los negocios de turbinas de vapor, energía renovable y transmisión eléctrica contribuirá a su campaña destinada a que GE vuelva a sus raíces industriales.

“Jeff consiguió lo imposible”, dijo Nicholas Heymann, analista en William Blair Co. de Nueva York. “Alcanzó un 90% de lo que se proponía, pero también se aseguró de que el negocio no quedara bloqueado e inaccesible para toda la vida entre los competidores fundamentales de la empresa”.

El último obstáculo fue el acuerdo de ayer por parte del accionista de Alstom, Bouygues SA, de vender una participación de 20% al Estado francés. Por temor a que las ventas de activos de Alstom pusieran en peligro la independencia energética de Francia, el ministro de Economía, Arnaud Montebourg, determinó el 20 de junio que el acuerdo por las acciones era una exigencia no negociable.

Sumar las unidades de energía de Alstom ayudará a Immelt, de 58 años, a inclinar a GE, con sede en Fairfield, Connecticut, hacia la fabricación luego de que la rama financiera GE Capital puso en riesgo a la sociedad matriz debido a la escasez de crédito durante la crisis financiera 2008-2009.

Acuerdos de Immelt

Immelt viene haciendo adquisiciones en aviación como por ejemplo un acuerdo por US$ 4,300 millones por el negocio aeroespacial de Avio SpA en 2012 y en petróleo y gas.

En marzo, GE presentó una oferta pública inicial para su unidad norteamericana de préstamos al consumidor, actualmente llamada Synchrony Financial, como primer paso para salir del negocio a través de una transacción de escisión el año próximo. Es el momento en el que GE también proyecta concluir formalmente la adquisición de activos de Alstom.

“Es coherente con el hecho de que se concentren en su núcleo industrial y traten de reducir el rol de las finanzas en la empresa”, dijo Peter Jankovskis, co-director de inversiones en OakBrook Investments LLC, con sede en Lisle, Illinios, cuyos US$ 3,200 millones administrados incluían 1.28 millones de acciones de GE al 31 de marzo. “Desde ese punto de vista, es un paso positivo”.

Alstom conservará su empresa de transporte, que fabrica los trenes de alta velocidad TGV, y también comprará unidades de señalización ferroviaria de GE por 602 millones de euros (US$ 825 millones).

“El Estado logró que Alstom siga siendo francesa”, dijo Montebourg la semana pasada, haciéndose eco de un tema presente en los esfuerzos del gobierno por inmiscuirse en la transacción de GE. Anteriormente, había favorecido una oferta rival de Siemens, con sede en Munich, como parte de una supuesta solución europea.

La intervención personal de Immelt incluyó una poco frecuente presentación de un máximo responsable ejecutivo estadounidense ante la Asamblea Nacional de Francia y reuniones con el presidente François Hollande, la última de éstas el 20 de junio, para llevar tranquilidad a los líderes políticos locales.