Tome nota: Diez cosas que un líder no debe hacer
FOTOGALERÍA. ¿Está al frente de un equipo? Tiene una gran responsabilidad por delante. Como líder, hay algunas actitudes que debería evitar si no quiere crear un equipo de trabajo conflictivo, fragmentado o poco motivado.
Su rol como jefe es, además de dirigir, fomentar la cooperación y el trabajo en conjunto. Así que olvídese de excluir a algunos miembros de su equipo. Todo, hasta lo más “bobo”, cuenta: si saldrán a comer, invite a todos; si rifarán algo en equipo, considere a todos. ¡Es algo básico, pero sumamente importante!
Involucrarse en rumores de pasillo es de las peores cosas que puede hacer en el trabajo. Si es jefe de un equipo, mucho peor: lo único que hace es fomentar que sus empleados hagan lo mismo, y crear un ambiente de trabajo tenso. Manténgase alejado de las críticas y los chismes y actúe como el líder que es.
Es cierto, los líderes son los responsables últimos de que las cosas salgan bien… Pero los empleados son quienes hacen que las cosas sucedan. Si su equipo entregó buenos resultados, reconócelos y asegúrese de que los demás lo sepan. No hay nada más desalentador que un jefe que se adjudica todos los méritos.
Quizá valore mucho el trabajo de algún empleado dedicado, o haya otro que le haga reír a carcajadas. O quizá uno de ellos sea un buen amigo. Sin embargo, existe una regla de oro: en la oficina, todos deben ser tratados por igual. Lo único que conseguirá al mostrar su preferencia por alguien será desmotivar al resto de sus empleados.
¿Los otros jefes no hacen bien su trabajo? A menos que su desempeño afecte directamente su trabajo, no le corresponde gritarlo a los cuatro vientos. Esta actitud denota prepotencia y falta de madurez. Recuerde que las principales cualidades de todo líder deben ser humildad y responsabilidad.
Cuidado: no confunda “confiar plenamente en el trabajo de su equipo” con desentenderte de los procesos de trabajo. Como líder debe estar siempre pendiente de todo lo que sucede en su área. Eso de dirigir desde las alturas, sin saber cómo se hacen las cosas desde abajo, es propio de un dictador, no de un líder auténtico.
Un líder siempre debe impulsar a sus empleados a crecer en su profesión, y esto implica enseñarles cosas nuevas… o, por lo menos, no cerrarse al aprendizaje. Muchos jefes creen que sus empleados “ya saben lo suficiente”, y ni siquiera se molestan en incorporar nuevos aprendizajes.
¿Para qué aprender a usar las nuevas tecnologías si la máquina de escribir funciona perfectamente bien? Estando al frente de un equipo, es su responsabilidad abrirse a los cambios e incorporarlos en sus procesos de trabajo.
No está de acuerdo con las decisiones tomadas “desde arriba”, cree que sus jefes son unos ineptos, que nadie hace bien su trabajo y que, básicamente, todo se derrumba lentamente. No transmita esta mentalidad negativa a sus empleados si no quiere que tengan los ánimos por los suelos. Lo que debe transmitirles siempre es seguridad, tranquilidad y confianza.
Suena familiar… ¿cierto? No son pocos los jefes que creen que ya “trabajaron lo suficiente” para “llegar hasta donde están”, y que ahora el “trabajo duro” les corresponde a otros. ¡Gran error! Si es de los que se limitan a dar órdenes y no se ensucian las manos trabajando como sus empleados, sus habilidades profesionales seguramente dejan mucho que desear. Además, lo más probable es que sus empleados le maldigan en silencio.
Por: Redacción Gestion.pe