¿Sabías que el estrés nos da un sentido de importancia y autoridad?
Muchas personas creen que al terminar su jornada laboral deben sentirse cansados para ‘hacer honor’ a su productividad, pero se equivocan. Nelson Portugal, consultor en desarrollo personal, nos dio algunas recomendaciones.
Por: Redacción Gestion.pe
Muchas veces caemos en la trampa de creernos superiores o con el ‘derecho a algo’ en nuestro entorno laboral. Ten cuidado porque podrías estar atravesando una crisis de estrés que probablemente empañe tu realidad.
Nelson Portugal, consultor en desarrollo personal en Portugal Research International, nos da algunas pautas:
1. El estrés da un sentido de importancia:
El estrés nos da un sentido de urgencia, y muchos de nosotros actuamos rápidamente mientras sentimos estrés. En estos momentos sentimos que estamos “autorizados” a hacer lo que sea necesario para conseguir lo que queremos.
Por esta razón sentimos una sensación de poder o justificamos cualquier acción que en cualquier otro momento podría ser considerada injusta o innecesaria.
Lo que el especialista recomienda es que evitemos permitirnos a nosotros mismos actuar de manera negativa o injusta en situaciones de estrés porque nos acostumbraremos a hacerlo.
2. Toda acción que es recompensada es repetida:
Si luego de sentir estrés yo me siento con el derecho de relajarme, ver televisión o simplemente “olvidarme de todo”, nuestro cuerpo asocia ese beneficio con el estrés.
Por esta razón, consciente o inconscientemente, voy a buscar sentirme estresado para posteriormente darme ese espacio de relajo “bien merecido”.
Su recomendación es que es importante que celebremos los logros que conseguimos, y que luego de un día de trabajo tengamos nuestro momento de relajo sin necesidad de habernos sentidos estresados.
3. El estrés es un miedo encubierto:
Si profundizamos en el concepto de estrés nos daremos cuenta que éste proviene de un miedo encubierto. Es decir, sentimos estrés porque queremos evitar o tenemos miedo de que algo suceda.
La recomendación de Portugal es que lo abordemos de una forma inteligente, es decir, debemos identificar el miedo que está detrás y encontrar una forma sistemática de asegurarnos que eso no suceda o, mejor aún, establecer un sistema que consistentemente nos de el resultado que queremos.
4. El estrés puede estar asociado a una acción, persona o circunstancia específica
Nuestra mente, para poder tomar decisiones más rápidamente, crea asociaciones todo el tiempo. Por ejemplo, siempre que estemos frente a una puerta sabemos que para abrirla debemos girarla hacia la derecha.
También sabemos que cuando escuchamos algún objeto caer desde arriba o un sonido fuerte nos vamos a cubrir. Esto se da porque hemos asociado sonidos fuertes con peligro.
De la misma forma, podría ser el caso que en el pasado hayamos asociado una oficina, una actividad o incluso a una persona a un estado estresante. Por esta razón no importa lo que hagamos, puesto que siempre que veamos a esa persona o estemos en ese lugar nos sentiremos estresados y lo que es peor, no sabremos por qué.
La recomendación del consultor es que reconozcamos qué nos causa estrés y tomar medidas para evitarlo. Podríamos por ejemplo remodelar la oficina, o salir con la gente del trabajo a situaciones relajadas y de diversión. O simplemente cambiar el procedimiento de ciertas actividades rutinarias. Todo está en tus manos.