Real Plaza y el desafío de mantener una sólida cultura organizacional

Aptitus por G de Gestión. Uno de los retos principales para Real Plaza es transmitir y mantener su cultura organizacional de manera transversal, evitando así la generación de microclimas o subculturas.

Centro comercial Real Plaza. (Foto: Elías Alfageme)

Por: Por Lizette Alalú

Con más de 300 colaboradores, Real Plaza se ha convertido en los últimos años en la cadena de centros comerciales más grande del Perú, operando 19 malls a nivel nacional: siete de ellos en Lima y doce en provincias.

Además, el 70% de los colaboradores pertenece a las operaciones y se encuentra físicamente ubicado fuera del corporativo. Con esta realidad por gestionar, uno de los retos principales para la empresa es transmitir y mantener su cultura organizacional de manera transversal, evitando así la generación de microclimas o subculturas.

Para Alfredo Oliva, vicepresidente de Administración, Finanzas y Desarrollo Humano, los principales responsables de trasmitir la cultura son los líderes y colaboradores de cada centro comercial. “Ellos son los dueños de la cultura y su misión es cuidarla y difundirla, siempre con el apoyo y guía del equipo de Gestión Humana”, menciona.

En este contexto, se pone especial énfasis en transmitir a los líderes la cultura de la organización desde que ingresan a la empresa. El proceso de inducción para los líderes dura tres semanas: durante la primera semana, la inducción se realiza en la oficina corporativa, donde se les brinda información de la compañía, características de la cultura, estilos de comunicación y valores.

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Luego de ello, pasan dos semanas en algunos malls donde tienen como mentor a los líderes más experimentados y durante todo este proceso cuentan con el apoyo y seguimiento continuo del equipo de GDH, para asegurarse de que el nuevo integrante del equipo haya recibido una buena dosis de cultura durante sus primeros días.

“Los líderes son los dueños de la cultura. La clave está en reclutar líderes con el perfil de Real Plaza, que puedan adaptarse y se identifiquen fácilmente con nuestra cultura, y que de esta manera se conviertan en nuestros evangelizadores”, comenta Oliva.

Además de la inducción, resaltan algunas prácticas en las que se vive y transmite la cultura: en La ruta real, la alta gerencia (gerente general y vicepresidentes) hace una gira y visita cada año todos los malls de Lima y provincia, lo cual les permite conocer y estar más cerca de los equipos. “El objetivo es compartir un momento de integración con todos los colaboradores de cada mall, reforzando la horizontalidad y valor de nuestra gente, así como revisar los resultados del mall para encontrar oportunidades de mejora e ideas nuevas” continúa Oliva.

Una de las actividades más importante del año y que involucra no solo a los líderes, sino también a los colaboradores es la integración, en la cual participan colaboradores de Lima y provincia de todas las operaciones y cuyo objetivo es inyectar a los colaboradores de la cultura de Real Plaza, con actividades que fomentan la integración y camaradería. Son dos días en los que las personas se desconectan de sus responsabilidades diarias para convivir y conocerse más de cerca, brindándoles experiencias únicas como acampar, hacer canotaje y sandboard en el desierto.

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El área de GDH juega un rol importante también, pues son los responsables de brindar el soporte necesario para realizar un buen cuidado de la cultura. El soporte se brinda en todos los procesos dentro de la organización. Por ejemplo, en el caso de la atracción y selección, se pone especial cuidado en encontrar al candidato que calce con el perfil de colaborador que se busca; más que la experiencia, es importante la actitud y ganas de aprender de la persona. Posteriormente, se hace un acompañamiento constante para que cada mall mantenga un buen ambiente de trabajo, producto del cuidado de la cultura y las buenas prácticas.

Una práctica alineada al soporte que brinda GDH en la transmisión de la cultura es GDH Contigo. Esta práctica se realiza dos veces al año y permite al equipo de Gestión Humana estar más cerca de los colaboradores, conocerlos y saber cómo se sienten trabajando en la empresa.

En esta iniciativa se realiza una reinducción a la organización, se comparten cambios y noticias importantes de la compañía y se tienen reuniones uno a uno con cada colaborador para saber cómo se sienten en lo personal y laboral, descubrir mejoras para reforzar la cultura, ideas innovadoras y detectar el talento.

Es importante mencionar, además, que todos los malls cuentan con un asistente de Administración y Gestión Humana, quien siempre está en contacto con GDH, y es el brazo derecho para brindar el soporte a los líderes y seguir fortaleciendo la cultura e innovar con ideas que motiven e integren al equipo.

“Hemos tenido la oportunidad de ser reconocidos como una de las Mejores Empresas para Trabajar de Perú y Latinoamérica por tres años consecutivos, y somos conscientes de que este logro es de nuestros colaboradores, ya que cada uno aporta a la cultura de la compañía. Para ello, es muy importante identificarse con la cultura y valores desde el primer día; pensar siempre en positivo y tener buena actitud, y sentir pasión por su trabajo y ser felices”, agrega Oliva.

Teniendo en cuenta que el 93% de los colaboradores de provincias son contratados de la misma ciudad al iniciar una nueva operación, resulta un desafío constante para Real Plaza transmitir y mantener su cultura organizacional, tarea que están logrando con éxito, gracias principalmente al apoyo de los líderes, quienes son los encargados de reproducir y difundir la cultura con todo su equipo de manera adecuada.