“Los emprendedores terminan siendo el cuello de botella de su propia empresa”

Alinear la estrategia de desarrollo de una empresa para su expansión es posible en cinco pasos. Hugo Sánchez, consultor de Intratego, indicó que el más importante es delegar, ya que el mismo emprendedor puede ser su peor enemigo.

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Por: Redacción Gestion.pe

Un fenómeno que afecta a muchos emprendedores peruanos es dejar de ser el hombre-orquesta para pasar a ser el director de orquesta. Cuando todas las decisiones de una empresa deben pasar primero por el fundador, entonces este se convierte en su propio obstáculo para la expansión del negocio.

“De hecho, lo que pasa con los emprendedores es que terminan convirtiéndose en el cuello de botella del crecimiento de su empresa. Como pasan por ellos todas las decisiones, mientras vaya creciendo la empresa, éstas se van acumulando y termina sufriendo el negocio, la salud o la familia”, advirtió Hugo Sánchez, consultor de Intratego.

Este sería uno de los pasos más importantes para que una pequeña empresa comience a despegar, según el especialista. El primero, sin embargo, pasa por “saber medir cuánto puede crecer el negocio: hay que subir la valla y plantearse exactamente hasta dónde puede dar su negocio”, detalló.

Luego de aprender a delegar, con la ayuda de un directorio, y fijarse metas crecimiento, viene la gestión de talento. Ello implica “encontrar en la organización a las personas con capacidad directiva que puedan ayudar en el desarrollo del negocio” y “asegurar cómo hacer que los empleados den su mejor resultado”.

El cuarto paso consiste en tener los números claro a futuro. Aunque tener el flujo de caja proyectado hasta el próximo año puede parecer inútil, dado que los valores de las acciones de acá a un año son confiables solo en un 50%, hay que tener una perspectiva de mediano plazo.

“Con esto, yo sé en noviembre cómo voy a terminar el año con un nivel del 99% de certeza y sé cómo terminaremos la caja al tercer trimestre del próximo año con una certeza de hasta 75%. Esto permite medir el impacto de las decisiones que estamos tomando”, señaló Sánchez.

El quinto paso es “cambiar el paradigma de control”. Con la gente adecuada y los números claros, “ya no es necesario que todas las decisiones las tome el propietario de empresa, sino dejar que estos buenos directivos tomen sus decisiones e ir controlando los resultados cada cierto tiempo”, finalizó.