La sinuosa ruta del dólar desde 1990 hasta el presente
Especial 25 años de Gestión. Durante el gradual proceso de introducción del nuevo sol, el tipo de cambio fluctuó desde casi S/. 1 en diciembre de 1991 a S/. 2.32 a finales de 1995.
Por: Guillermo Westreicher H.
¿Seguirá subiendo el dólar? Es hoy una de las preguntas más frecuentes del público para los analistas económicos.
El tipo de cambio ha mostrado una trayectoria accidentada en los últimos 25 años, marcada por importantes hitos de la economía internacional y local.
A fines de 1990, unos meses después del ‘fujishock’, se aprobó la Ley N° 25295 que creaba el nuevo sol, equivalente a un millón de intis, y el BCR inició su circulación oficial en octubre de 1991.
“El Gobierno hizo un cambio en la unidad de cuenta monetaria, a fin de eliminar el problema contable y administrativo que había generado la hiperinflación respecto al inti. La nueva moneda permitía tener una comparación más manejable con respecto al dólar”, comentó Melvin Escudero, CEO de El Dorado Investments.
Durante el gradual proceso de introducción del nuevo sol, el tipo de cambio fluctuó desde casi S/. 1 en diciembre de 1991 a S/. 2.32 a finales de 1995.
Conforme avanzaron las medidas de estabilización macroeconómica del país entre 1990 y 2000, la divisa estadounidense experimentó un incremento sostenido.
Dicha subida se originó en el boom de la economía estadounidense. Las tasas de interés en EE.UU. se dispararon, atrayendo importantes flujos de capital a la primera economía del mundo.
El contexto de un dólar al alza contribuyó a que la mayoría de peruanos mantuvieran sus ahorros en esa moneda. Incluso, mucha gente siguió con créditos en moneda extranjera, pese a que el ciclo de hiperinflación de finales de los 80 ya había sido superado.
La divisa estadounidense se mantuvo al alza hasta finales del 2002. En setiembre y octubre de ese año, llegó a cotizar a picos históricos de alrededor de S/. 3.63. Las fuertes presiones depreciatorias que se vivieron en ese momento fueron originadas por un deterioro de la percepción del riesgo de América Latina.
Las elecciones del 6 de octubre del 2002 en Brasil, y la segunda vuelta del 27 de octubre de ese mismo año, generaron una gran incertidumbre. El entonces candidato Luiz Inácio ‘Lula’ da Silva crecía en intención de voto y el mercado temía una renegociación de la deuda pública brasileña o, peor aún, una eventual cesación de pagos. Dicha coyuntura política en el vecino país, por el tamaño de su economía, afectó a toda la región.
Sin embargo, las aguas se calmaron en los meses posteriores. El inicio del 2003 marcó un cambio en la tendencia del dólar. La mayor estabilidad política y apertura comercial del país, que permitió mejorar las condiciones fiscales y monetarias, se comenzó a reflejar en el valor de la moneda peruana.
A esto se sumó que en la década del 2000 los precios de los metales experimentaron un ciclo alcista, permitiendo que nuestro PBI alcanzara tasas de crecimiento interanuales de más de dos dígitos entre el 2007 y el 2008. Así, el Perú se volvió más atractivo para los capitales extranjeros, tanto de largo como de corto plazo.
En el cuarto trimestre del 2012, otro hecho histórico impactó al dólar, cuando la Fed de EE.UU. anunció su compromiso de comprar US$ 45,000 millones mensuales en bonos del Tesoro, en adición a sus compras por US$ 40,000 millones de activos respaldados por hipotecas que inició en setiembre de ese mismo año.
En sencillo, EE.UU. había comenzado a inundar al mundo de dólares, lo que empujó sistemáticamente el tipo de cambio a la baja, cerrando el 2012 en S/. 2.55, su nivel más bajo desde 1996.
Durante la segunda mitad del 2013, el dólar inició una nueva senda alcista, en la medida en que la economía estadounidense comenzó a recuperarse, y la Fed anunció el ‘tapering’ (recorte a su programa de compra de activos).
En los últimos meses, el billete verde se vio impulsado por la desaceleración de la economía peruana, afectada por el fin del auge de los minerales, así como por la ralentización de China, su principal demandante de cobre.
En octubre del 2014, La Fed puso fin a su programa de estímulo monetario, y todo indica que este año subirá su tasa clave de referencia, lo que acrecienta las presiones depreciatorias sobre el sol.
“El tipo de cambio refleja esencialmente la fortaleza relativa de un país. Cuanto más sólidos son sus fundamentos, mayor es el valor de su moneda”, explicó Enrique Díaz, presidente de MC&F Consultores.
En conclusión, en el corto plazo, muchos factores, como la intervención del BCR y la especulación de los agentes económicos, pueden impactar en el dólar. Sin embargo, en el mediano y largo plazo, el tipo de cambio es siempre un indicador del desempeño relativo de la actividad económica.