¿Por qué la agricultura familiar es clave para luchar contra el hambre en Latinoamérica?
FOTOGALERÍA. Cada día, 27 millones de latinoamericanos, un 5.5% de la población regional, van a la cama sin nada para comer. Es una cifra colosal, pero mucho menor que los 58 millones registrados por la FAO entre 1990 y 1992. En ese momento, el 14.7% de los habitantes de América Latina y el Caribe sufría de desnutrición. El Banco Mundial asegura que América Latina y el Caribe ha cumplido la misión – establecida en los Objetivos de Desarrollo del Milenio – de reducir a la mitad, entre 1990 y 2015, la proporción de personas que padecen hambre.
La mayoría de los avances de la región en la lucha contra el hambre se registró en América del Sur, según la FAO: en esta subregión fue posible reducir la desnutrición en un 75% desde 1990, por lo que la prevalencia registrada en 2015 tenían menos de 5%. (Foto: USI)
Centroamérica redujo el problema en solo el 38.2% en el período. El 6.6% de los centroamericanos todavía sufría de desnutrición el año pasado. (Foto: Reuters)
En el Caribe, el descenso fue aún más bajo: un 26.6% entre 1990 y 2015, resultado impulsado principalmente por Haití. Casi el 20% de los habitantes del Caribe luchaba contra la desnutrición en 2015. (Foto: AFP)
Los porcentajes de desnutrición se redujeron a casi la mitad en todo el planeta, del 19% al 11% en los últimos 25 años. Sin embargo, todavía hay 795 millones de personas desnutridas en el mundo, la mayoría en países de bajos ingresos, como los del África subsahariana.
El Informe de Indicadores de Desarrollo Mundial 2016 del Banco Mundial señala que será difícil cumplir la segunda meta de los Objetivos de Desarrollo Sostenible si el ritmo actual de disminución continúa. Para acelerarlo, es esencial elevar la productividad agrícola de las familias de bajos ingresos, ya que el 70% de los pobres del mundo trabajan en el campo. (Foto: Banco Mundial)
De 2000 a 2012, cuando se registró un aumento anual promedio del 2.6% en la producción de cereales en los países de bajos ingresos, la pobreza y la desnutrición se redujo en un 2.7% por año. (Foto: USI)
Entre 1990 y 1999, cuando la producción de cereales se estancó en los países más pobres del mundo, hubo poca mejora en los índices de pobreza y la salud nutricional. (Foto: Reuters)
Los programas de protección social que permitieron que América Latina y el Caribe cumplieran con los Objetivos del Milenio también pueden ser una inspiración para el resto del mundo.
Al aumentar la productividad y reducir la vulnerabilidad de los pequeños agricultores, así como mejorar la calidad de la nutrición en edad escolar, han contribuido de manera significativa a mejorar la seguridad alimentaria en la región.