Plantean salarios mínimos diferenciados entre Lima y provincias

Gustavo Yamada, decano de la Facultad de Economía de la Universidad del Pacifico, considera que ajustar los salarios sin esa diferencia puede llevar a aumentar la informalidad laboral, sobre todo en provincias.

(Foto: www.up.edu.pe)

Por: Redacción Gestion.pe

Elías García Olano
elias.garcia@diariogestion.com.pe

Antes de pensarse en la aplicación de nuevos incrementos en la remuneración mínima vital, se debería establecer salarios mínimos diferenciados de acuerdo a la realidad de cada zona del país, planteó Gustavo Yamada, decano de la Facultad de Economía y Finanzas de la Universidad del Pacífico.

Explicó que en la mayoría de países existe más de un salario mínimo, esquema que perfectamente se puede aplicar en el Perú, que es un país muy heterogéneo, con niveles de productividad muy distintos.

El problema, anotó, es que en nuestro país se piensa en determinar la política remunerativa en función de Lima Metropolitana y de empresas grandes, en cuyos casos sí puede ser factible aplicar ciertos incrementos salariales, desconociéndose la realidad del interior.

Planteó la creación de hasta ocho salarios mínimos, diferenciando entre Lima y el resto del país, entre micro, pequeña, mediana y gran empresa, entre jóvenes y adultos.

Aumentos irreales
“Cuando se fija una remuneración en función de la realidad de Lima y de empresas medianas y grandes, el nivel del salario mínimo que se establece es muy alto para la realidad del resto del país”, observó.

Explicó que un joven puede acreditar suficiente experiencia laboral en Lima (lo que justifica un mayor sueldo) que en provincias, donde es más difícil lograrla.

Informalidad
Refirió que la informalidad en provincias oscila entre 80% y 90% porque nadie puede pagar los S/. 750 mensuales de salario mínimo más los costos adicionales que este implica, lo que suma S/. 1,000 al mes.

Afirmó que en una provincia representativa solo el 20% de empleos pueden pagar más de S/. 1,000 mensuales.

Advirtió que si no se toman en cuenta estas realidades, un aumento en las remuneraciones, como se ha exige, puede provocar mayor informalidad laboral.

Empleo
Por otro lado, Yamada consideró como una buena noticia que pese a la desaceleración los niveles de creación de empleo se han frenado en menor medida que la economía.

“Eso se explica porque la encuesta del INEI que cubre Lima Metropolitana, donde el nivel de actividad está más concentrado en comercio y servicios, no se desaceleró tanto como en minería o agricultura”, consideró.

Otrosí digo
Respecto a la creación de un seguro de desempleo, dijo que las nuevas investigaciones demuestran que se debe hilar fino para diseñarlo. Explicó que cuando se crean sistemas muy generosos, que desincentivan la búsqueda activa de empleo, lo que redunda en mayores tasas de desempleo.

Yamada señaló que el programa Pensión 65 debe revaluarse, para que no genere un incentivo perverso, que lleve a personas de 65 años (aún capaces) dejen de estar activos en el mercado laboral.