Discurso de Jim Yong Kim inspirado en su paso por Perú ilustró el reto para las economías
El presidente del Banco Mundial demostró cómo la lucha contra la pobreza puede tener resultados positivos solo con decisión, incluso por encima de las prohibiciones.
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Por: Javier Prialé
En 1993, el actual presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim presidente del Banco Mundial demostró cómo la lucha contra la pobreza puede tener resultados positivos solo con decisión, incluso por encima de las prohibiciones.
En ese año, llegó a Lima, específicamente a Carabayllo, donde estableció la ONG Socios en Salud. Aquí, detectó que había gente con tuberculosis multiresistente y había que tratarlos, pero el Ministerio de Salud le dijo que no lo hiciera por ser muy caro.
“El gobierno nos dijo que si tratábamos un solo paciente nos echarían del país. A pesar de nuestros temores de ser despedidos del país comenzamos a tratarlos porque veíamos que sufrían, que infectaban a sus familias y vecinos y al final sabíamos que era lo correcto y lo que había que hacer”, contó.
Este relato cautivó a los asistentes al plenario de la Junta de Gobernadores del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI). Jim Yong Kim prosiguió y usó esta experiencia para plantear el reto principal para los países: eliminar la pobreza extrema.
El presidente del Banco Mundial presentó a Melquiades Huauya Oré, un paciente suyo en el 2005 sufría de tuberculosis multiresistente y que hoy está totalmente curado.
“En lo único que puedo pensar es que casi lo dejamos morir solo porque es pobre. Ahora es contador y puede jugar fútbol de nuevo”, destacó.
Tomar decisiones difíciles
Jim Yong Kim pidió a los representantes de los países que en medio de la desaceleración económica por la que atraviesa el mundo tomen las decisiones difíciles que permitirán salir de esta complicada situación.
“Estamos pasando tiempos difíciles en el mundo, los gobiernos tienen que tomar decisiones difíciles para que sus economías crezcan de manera que puedan ayudar a los pobres”, dijo.
En diversos pasajes de su discurso ante un auditorio abarrotado de personas en el nuevo Centro de Convenciones de Lima, el presidente del Banco Mundial reiteró la necesidad de eliminar la pobreza del planeta y su experiencia en Perú fue un ejemplo de que se puede lograr.
“Las lecciones de Carabayllo son muy claras para mí. En primer lugar escuchen las aspiraciones de los pobres y eleven sus propias aspiraciones para ponerse a la altura de las de ellos. En segundo lugar, no teman en tomar las decisiones duras y hacer lo correcto, aunque tengan que hacerlo solos”, puntualizó.