Maduro, tres de sus delegados, el secretario general de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), Jesús Torrealba, y otros cuatro representantes de la oposición, se sentaron a la mesa de pláticas, en un museo en las afueras de Caracas, acompañados por enviados del Vaticano y de Unasur, como facilitares de los acercamientos.

La huelga es parte de la ofensiva que lanzó el miércoles la opositora Alicia de Garcés para forzar la salida de Maduro del poder, tras la suspensión hace una semana del referendo revocatorio contra el mandatario.

En el Legislativo tuvo lugar este jueves un acto en el que la mayoría opositora cedió la tribuna de oradores a organizaciones civiles opuestas al gobierno y víctimas de presuntos abusos de la fuerza pública.

En medio de una crispación creciente, el líder Henrique Capriles exigió a Maduro “ordenar” al poder electoral reactivar el proceso del revocatorio.

En un comunicado, la Comisión y su Relatoría Especial de Libertad de Expresión hicieron un compendio de agravios cometidos a lo largo de este año por el Estado venezolano, denunciando “obstáculos” a la participación en elecciones.

“¿Cuál diálogo? En Venezuela no se ha iniciado ningún diálogo”, dijo Henrique Capriles en una transmisión en vivo por la red social Periscope.

Debido a que el Consejo Nacional Electoral (CNE) decidió postergar el recaudo de cuatro millones de firmas (20% del padrón de votantes), previsto entre el 26 al 28 de octubre, Luis Almagro se pronunció en contra vía Twitter.

La medida se da en la misma semana en que la oposición dijo estar lista para recoger a finales de octubre las firmas que exige el árbitro electoral como último trámite en el proceso de convocatoria de una consulta popular de este tipo.

Desde una tarima instalada a un costado del Parlamento, Diosdado Cabello sostuvo que es “imposible” que el referendo se pueda celebrar en 2016.

La oposición exige que el revocatorio se haga este año, pero el CNE anunció que se realizaría en febrero o marzo del 2017 si se cumple el requisito de recolectar cuatro millones de firmas.

En las Naciones Unidas, 29 países apoyaron una declaración para que Venezuela entable un diálogo con la oposición destinado a preservar la paz y la seguridad y liberar los presos políticos.

La popularidad del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha venido cayendo golpeada por la severa crisis que vive Venezuela por la sequía de divisas derivada del desplome de los precios del crudo.

Cientos de trabajadores públicos, incluidos policías y bomberos, ya habían denunciado que fueron despedidos por firmar a favor del revocatorio contra el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, según testimonios recogidos por Reuters.