Oi, un subproducto de una fusión patrocinada por el Gobierno brasileño para crear un campeón nacional en un mercado dominado por extranjeros, había estado en conversaciones con sus acreedores para reducir su deuda a la mitad.

“Es la medida más adecuada en este momento para preservar la continuidad de la oferta de servicios de calidad”, informó la cuarta operadora de telefonía de Brasil.

Oi dijo que la solicitud de protección judicial se deriva de obstáculos que enfrentó la administración para hallar una alternativa viable con los acreedores.

Tim Participaçoes, el segundo mayor operador móvil de Brasil, resultó perjudicada por la crisis económica del país sudmericano. Su facturación disminuyó en un 12,1% respecto al año anterior.

Ahora ocupa el tercer lugar de la región –que antes ocupaba el vecino país del sur–, después de Brasil y México. Nuestro país fue el que más creció en M&A el año pasado.