Al menos 86 personas, entre ellas 30 niños, fallecieron el martes durante un ataque en Jan Sheijun, una pequeña aldea de la provincia rebelde de Idlib.
El acuerdo para frenar una entrada masiva de refugiados e inmigrantes señala que Turquía se compromete a detener la inmigración ilegal a cambio de compensaciones financieras y políticas.
Dos de los cautivos fueron liberados el miércoles y tres el 4 de abril, informó la organización Médicos Sin Fronteras. Los hombres y mujeres son de Bélgica, Dinamarca, Perú, Suecia y Suiza.