El ciclista, cuyo nombre y estatus ayudaron a construir una fundación multimillonaria para la lucha contra el cáncer, admitió el jueves que había utilizado sustancias dopantes para ganar el récord de siete Tour de Francia consecutivos.

El ciclista estadounidense no solo se ha quedado sin sus siete títulos del Tour de Francia, sino que también renunció como presidente de Livestrong: su fundación para la lucha contra el cáncer que ahora vale US$ 46.8 millones.